viernes, 29 de marzo de 2024

VIERNES SANTO, SUPREMO AMOR INSEPARABLE DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN

    Amor infinito. Incomprensión. Traición. Escarnio. Dolor. Violencia. Muerte. Silencio, atronador silencio... Aparente derrota del Amor de amores.
    En el llanto y el desconsuelo, en el desamparo y el miedo, el cumplimiento de la promesa de Jesús nazareno de volver victorioso del mundano fracaso parecía imposible. Mas, al tercer día desde la devastación, de lo oscuro y tenebroso, de la mortaja misma que agusana carnes y pulveriza huesos, el fulgor de lo Santo se alzó de la tumba y se mostró glorioso, señalándonos diáfano el Camino, la Verdad y la Vida... Dación sublime, Milagro de milagros, la cruz más sangrante e injusta trajo la inapagable luz resucitadora y pura que traspasa los siglos y sus aconteceres.
    El Espíritu Santo que Jesucristo ofreció generoso en cuerpo, se vierte inagotable hasta el fin de los tiempos, para que quien en Él confíe y con Él obre, en Él y con Él resucite. Perenne ejemplo, invitación y esperanza de plenitud en un mundo plagado de desafueros, discordias e insidias, de avaricias, competitividades y altiveces. Perdonar es Amar. Y no hay perdón mayor de lo malvado, que conocer y vivenciar el infinito Amor que DIOS VIVO tiene por todos y manifestarlo, sin ambages, en el abandono del 'mí' por el 'Nos Universal'.

KHAAM-EL


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