Retraerse acoquinado frente al empuje de lo desaprensivo, fingido e inmoral, y esquivar la responsabilidad de alumbrar en la oscuridad teniendo luz, escondiéndose y aislándose en confortables estancias de particular y selectivo amparo, olvidando al menesteroso (tanto de lo material como de lo espiritual) en cuanto la adversidad y la mentira campan por el mundo, anublándolo y confundiéndolo, es una dejación de fatales consecuencias para quienes, con miope visión y un cortoplacista e indolente entendimiento siguen las oportunistas, mendaces y divisoras consejas de codiciosos y astutos líderes, escogiendo lo terreno sobre lo espiritual, lo egoísta por encima de lo fraterno, y al acomodaticio e irresoluto desprecio antes que la generosa valentía del amor. Porque El Inefable, DIOS VIVO, ve en el corazón humano, y nadie le engaña; mas todos estamos en el tiempo a tiempo de escoger lo intemporal, lo sagrado, verdadero y abundante de Amor: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque dices: ‘Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad’; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo, te aconsejo que de mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos para que puedas ver. Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, afanoso y arrepiéntete." Apocalipsis 3, 15-19.
KHAAM-EL
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