ESPÍRITU DE DIOS... LUZ DE VIDA EN PLENITUD

    Laten los corazones iluminados y santificados por la Luz de la Vida, de la Vida verdadera, eterna, plena y bienaventurada; felices palpitan, sí, liberados por la Gracia de las férreas cadenas de lo terreno. No hay tiempo, pretérito, actual o venidero, que no brille ante la mirada limpia del Alma llena de DIOS. Su Espíritu, Santo e Inefable, rebosante de Fuerza y Paz, hace morada en los Corazones entregados, solícitos, humildes; y nunca más el miedo, nunca más la duda, nunca más la soledad, ni la nada.

    Como los apóstoles y María, el día de Pentecostés, unidos y orantes, pidamos Luz, Verdad, Entendimiento y Determinación, para vivir conforme Cristo enseñó.

    DIOS ES Amor, Infinito y Cuidadoso Amor... Aquello que en esencia somos se manifiesta valiente, rotundo, sagrado, en quien tiene fe aunque sea "como un grano de mostaza"; ésta crecerá como robusto árbol... Digamos, pues, sí, un sí irrevocable e indeclinable a DIOS; y no, un no claro e insobornable a las tentaciones y vanidades del mundo... De súbito, todo lo viviente refulge en el Fuego Santo que no abrasa, hiere y destruye, sino que acaricia, sana y vivifica. Lo temporal queda a un lado y lo eterno, milagrosa e imparablemente, despeja la senda a recorrer de aquí a lo Inmaterial, de ahora a la Eternidad, de lo ilusorio y falaz a lo Real y Veraz, de lo brumoso a la Luz, del belicoso rencor a la fraterna paz, del humano viejo, mortalmente enfermizo en carne y sangre, al humano nuevo, perennemente vigoroso en Espíritu y Verdad. O, lo que es lo mismo, y resumiendo lo anterior: del miedo al Amor.

    Por tanto, para finalizar, os invito a unirnos y solicitar en orante disposición, con sinceridad y fe, agradecidos de antemano: -Oh, Cristo, que aquello que es real en nosotros/as emerja de forma constante y plena, y aquello que es ilusorio se queme en el fuego de la Verdad.

KHAAM-EL