Adjunto tras estos párrafos el vídeo de una charla en la que se subraya que la confianza es inherente a uno cuando no se distrae con los recelos y resentimientos del ego.
¿Confiar o no confiar? He ahí la cuestión, pero no la única; puesto que la mente se pierde detrás de gran cantidad de juicios acerca de lo que parece estar ocurriendo o de lo que podría ocurrirle a uno en un futuro. La gama de posibilidades especulativas ha de ser reducida a un presente libre de ellas para que pueda abrirse la mente al milagro del despertar de la consciencia, puesto que la perspectiva personal atrapa a la mente consciente y la sume en la inconsciencia de la incertidumbre, un sueño de angustia que quiere asegurarse inútilmente dicha para sí.
¿Ser o no ser? ¿Confiar o no confiar? Nunca han sido la cuestión definitiva pues tú ya eres, por lo que confiar o no confiar se convertía en una cuestión recurrente de imposible solución distrayendo de lo evidente: que ya eres Lo Que Es, y, lo que Es, no puede realmente nunca dejar de ser ni puede en verdad desconfiar, salvo en la ilusión de las incertidumbres surgidas de la perspectiva de lo egoico, personal y corporal; pero eso, en su transitoriedad, no tiene sustancia, luego no es real y no puede afectarte. Así que confiar es inevitable finalmente cuando ahondas con consciencia en la consciencia, dando como resultado el fin de la incertidumbre y el restablecimiento de la certeza de la plenitud del Ser.
Sencillo y práctico: Todas las cosas que en tiempo y espacio han parecido socavar tu ánimo sólo ha sido apariencia de flaqueza y dolor. La realidad de ser, es inalterable en su esencia pura y eternamente bienaventurada. Así que confiar en el presente, suceda lo que suceda en tiempo/espacio, es ser uno mismo confianza plena, siendo junto con el instante una puerta abierta a lo infinito y santo.
KHAAM-EL
Confía en lo inevitable y lo definitivo en su plenitud
terminará con la incertidumbre de lo pasajero.
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