martes, 9 de mayo de 2017

REENCUENTRO INTERIOR CON LA PLENITUD DE SER *

   La vida es para vivirla sin miedo... es para el amor; y gracias a éste, el aferramiento al yo, a lo personal y egoico, se suelta para consumar la unión plena en el espíritu. El abandono del apego a la ilusión de la partición del ser como aspectos especiales de perspectivas separadas (ego) en favor de un sincero y persistente ahondamiento interior, conduce a experimentar la plenitud de ser aquí y ahora puro Ser, extendiéndose en la ilimitud de un presente liberado de los juicios acerca de un personal pasado proyectado hacia un futuro incierto. Simple, no hay que agarrarse a ninguna historia particular, únicamente reencontrar esa esencialidad viva que en lo inmediato ya es definitiva y trasciende -en su bendita sencillez- todo suceso temporal. La relación con el prójimo es para la impecabilidad, para compartir lo consustancial e íntimo, lo que nos une y santifica, lo que nos hace felices e inunda de perfecta paz, lo que nos hace indivisos. Por eso, para despertar de un sueño no hay que poner la atención ni preocuparse por lo que que parece estar sucediendo en él, sino en el soñador que lo está soñando... ahí todos somos uno y cualquier afrenta personal queda perdonada de manera natural. Y el final del mismo, ahora, aquí y siempre, es como antes del principio; todo durante se disuelve en la nada que es... Cualquier sufrimiento es destruido por la realización plena, quedando sólo paz, dicha y amor eternos.

KHAAM-EL





Hagas lo que hagas, hazlo con amor;
jamás con miedo o personal deseo, 
y despertarás del sueño del ego...
encontrando la realización íntima de la plenitud de Ser
 indiviso del perfecto Amor de la Divina Unicidad.

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