Adjunto a continuación de este escrito el audio de una charla en la que comparto la visión clara del presente, con la que poder así ver las señales que la vida nos pone a cada instante para la consecución de la Plenitud y el Amor. Y no confundirlas con las que inventa el ego para extraviarnos.
Buscar ante la incertidumbre signos y señales con los que procurar salir de ella justamente desde ella, no conduce a ninguna salida verdadera y definitiva. Ya que, desde esa manera de percibir y sentir, sólo halla uno confusión y desorientación disfrazada por un tiempo de creencia y opinión, un terrorífico autoengaño que, aunque parezca engañar a otros, nunca engaña y convence a uno mismo.
Sé honesto y abre tu mirada sin prejuicios. Confía en la vida y no en el miedo que proyectas sobre ella. Podrás ver así, con júbilo y serenidad, que las señales te acompañan siempre en el camino, que no las has de imaginar, inventar o fabricar, que ya están ahí para todo el que quiera mirarlas; que la vida se resuelve a sí misma en plenitud, de inmediato y sin extravíos innecesarios, si no se la juzga desde lo personal y egoico. Que la Verdad sale siempre a nuestro encuentro para liberarnos del miedo a cada paso que transitamos en paz, confiados y felices; tan sólo hay que mirar con atención al presente, a ese instante santo lleno de claridad, que amorosa y certeramente nos guía.
No hay nada que temer. La Divina Unicidad no falla... todo está dispuesto para retornar a Ella si no nos atarantamos con historias personales. Atiende al aquí y ahora, no te proyectes en expectativas, y todo va resolviéndose según la vida se despliega naturalmente. Bendiciones.
Buscar ante la incertidumbre signos y señales con los que procurar salir de ella justamente desde ella, no conduce a ninguna salida verdadera y definitiva. Ya que, desde esa manera de percibir y sentir, sólo halla uno confusión y desorientación disfrazada por un tiempo de creencia y opinión, un terrorífico autoengaño que, aunque parezca engañar a otros, nunca engaña y convence a uno mismo.
Sé honesto y abre tu mirada sin prejuicios. Confía en la vida y no en el miedo que proyectas sobre ella. Podrás ver así, con júbilo y serenidad, que las señales te acompañan siempre en el camino, que no las has de imaginar, inventar o fabricar, que ya están ahí para todo el que quiera mirarlas; que la vida se resuelve a sí misma en plenitud, de inmediato y sin extravíos innecesarios, si no se la juzga desde lo personal y egoico. Que la Verdad sale siempre a nuestro encuentro para liberarnos del miedo a cada paso que transitamos en paz, confiados y felices; tan sólo hay que mirar con atención al presente, a ese instante santo lleno de claridad, que amorosa y certeramente nos guía.
No hay nada que temer. La Divina Unicidad no falla... todo está dispuesto para retornar a Ella si no nos atarantamos con historias personales. Atiende al aquí y ahora, no te proyectes en expectativas, y todo va resolviéndose según la vida se despliega naturalmente. Bendiciones.
KHAAM-EL
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