martes, 28 de junio de 2022

EN ESPÍRITU DESPERTAMOS DEL DOLOROSO ENSUEÑO EGOICO

    La avidez de más, desgasta y angustia en el 'no es suficiente'. Esperar lo particularmente deseado es desesperar en el tiempo. Aceptar el presente como un regalo para amar, sea cual sea su condición, libera de todo desespero y temor. Porque, estar de veras es ser consciente de la inefable vastedad del aquí y ahora, de la inmensa magnificencia que a la vida toda nutre y entrelaza; mientras que proyectar expectativas, sin embargo, embota la consciencia en un reductor ensueño egoico que atrapa con saña en el desespero y el temor.
    No temas, amigo/a. No desesperes, prójimo de mi corazón. El camino del momento presente es la vía segura entre toda la inseguridad proyectada por la mente ávida. La aceptación de lo que hay fortalece e inspira la valerosa expresión de lo veraz, de lo bondadoso, de lo esencial. Confiados a lo inesperado, a la providente sincronicidad de lo Divino, nos abrimos a lo milagroso, a lo bendito y lleno de gracia. El mundo del ego es una prisión imaginaria que nos encadena a la carne y sus pesares; de la que el Espíritu, si en él descansamos y en él laboramos, nos despierta y así, definitivamente, libera.

KHAAM-EL


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