Toda tendencia personal proviene de antiguos juicios emitidos desde una óptica limitada e interesada, desde un egoico comparar y elucubrar que resalta diferencias, desconfía y separa. Y cualesquiera sea la tendencia así adquirida, por razón de la limitada perspectiva que le dio origen, es un error considerado acierto, una esclavitud tomada por libertad, una extravagancia vista como natural... Por eso, siempre acaban las tendencias egoicas siendo fuente de sufrimiento en lugar de otorgar la dicha que irreflexivas se prometen. Así que hay que autoindagar en consciencia con consciencia para primero atestiguar estas tendencias como lo que son (no algo inherente a lo que somos) y después trascenderlas no dándoles significado, ni durante un instante más, a los juicios que en su día las provocaron.
KHAAM-EL
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