1.
Aquello que inesperado sucede, bien vivido (conscientes), nos vuelve humildes y sensatos; malvivido (con presuntuosa y superficial atención) alterna en uno, según sea juzgado propicio o no, estados de eufórica imprudencia con otros de quejumbrosa angustia y temor.
2.
La avidez por las cosas del mundo es un sueño de la mente, una proyección de las malinterpretaciones de la memoria personal, un ansia insaciable que deja siempre insatisfecho, un buscar deleite para toparse con un desagrado, una conflictividad recurrente desando inútilmente la paz, un infierno queriendo usurparle al Cielo su significado, samsara presumiendo pasar por Nirvana, una 'nadidad' afirmándose sustancialidad.
3.
No poner las lágrimas en un pedestal mitiga el dolor, sana todo agrio resentimiento y rompe los grilletes con los que el engreído y tramposo ego encadenaba al alma.
4.
El presente siempre es nuevo... vivo... infinito... plagado de innumerables posibilidades de elección... Con consciencia consciente, se despliega natural y espontáneamente la verdadera acción amorosa y liberadora.
5.
En lo hondo de uno, en la núcleo de la conciencia, la consciencia de ser allende el cuerpo espera ser evidenciada por el 'no apego' a los seductores pensamientos egoicos que tergiversan lo que es, que delimitan lo ilimitado, que califican lo incalificable, que ofertan lo que hurtan, que desvirtúan y difuminan la plenitud espiritual con la aparente fragmentación corpórea, y que maliciosamente endiosan al mortífero ego negando la eterna comunión del Espíritu.
6.
El despertar espiritual es comprender y vivenciar, sin ningún genero de dudas, que en el fondo todo sufrimiento y desespero provienen de los sueños que se hacen añicos o de los que, por su desmesura, jamás podrán alcanzarse, y nunca de las condiciones externas. La Verdad es sencilla: el Espíritu Es, el ego no... La paz, ahora, habita en el corazón mientras se anda la senda de la Verdad, el Amor y la Vida.
KHAAM-EL
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