Vereda.
Frente a uno se abre el mundo...
lo atraviesa o se establece.
Se camina seguro a la diestra de DIOS
cuando no se codicia la siniestra del ego.
Aligerarnos de aquello que nos hunde y confunde
compartiendo lo que al alma alza de la carne, salva.
Vaciándonos de lo que no es, aquello que sí Es: resplandece,
mientras todo lo que no era se desvanece como el humo.
Un sueño, por su propia naturaleza, siempre acaba.
La realidad, en su completa evidencia, perdura.
Consciencia despierta, inacabable claror
de inefable y feliz comunión consumada.
Vida Eterna del Espíritu...
DIOS VIVO en todos.
Amor.
KHAAM-EL
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