sábado, 19 de septiembre de 2015

AHONDANDO EN LA MAESTRÍA - AUDIO

  Tras esta pequeña exposición adjunto el audio de una sesión en la que ahondo en la Idea de la Maestría, invitando a la experiencia viva y liberadora de permitir que lo que es indiviso se exprese sin cortapisas, al desechar prejuicios y expectativas... compartiendo la comprensión indubitable de que, la Maestría, es una conciencia indivisa en comunión y no un logro personal, Cualquier apropiación es ignorancia. Cualquier elevación particular no es sino caída. Cualquier engreimiento conlleva disensión y perdición. La Maestría no es un concepto ni tampoco el resultado de acopiar datos y habilidades diversas para justificar un posicionamiento o creencia personal. La Maestría es la Luz infinita del ahora, comunicación presente, inmediata, plena, en la que se abandona, por inconsistente e inexacta, cualquier idea acerca de lo aparente y separado, tanto del ti y del mí como del otro o de lo otro, permitiendo, así, una relación de confianza total con lo esencial, una relación santa -sin prejuicios ni tachas-, en la que sólo queda la unicidad de un ahora infinito lleno de Amor. Deja que lo Inconmensurable, la Dicha infinita, la Maestría, se exprese a través de ti, al no oponerte ni perseguir a ningún concepto, viéndolos -en Su luz-, a todos ellos, como insustanciales por su limitada hechura. Los pensamientos formales quieren limitarte a la carne, los reales son la libertad del espíritu y el Amor.

   No fabriques -al seguir formas- ciclos y más ciclos, no sigas a modas por inercia ni hagas o digas lo que los demás hacen o dicen por estar a la última, tampoco lleves la contraria por el mero hecho de llevarla, y ser diferente o especial, o fabricarás, en tu resistencia, un ciclo contrapuesto, pero un ciclo al fin y al cabo (no te resistas al mal, pues lo refuerza). No te evadas con excusas que te justifican y demoran, pues en ello radica la sensación de oquedad y frustración. Eres libre, no un esclavo de preferencias y rechazos que te impelen a actuar con irreflexiva compulsión. No te quedes sólo con las palabras y dirígete a ese ámbito al que apuntan, atiende únicamente a las que liberan... las palabras de la Maestría señalan a la impecabilidad de lo santo. Permite que suceda lo Innombrable, que se exprese Aquello que deshace todo lo que te definía y delimitaba,.. permite que la Maestría se exprese en ti, te viva, te bendiga, te colme de bienaventuranza, te salve, te sane de todo pesar, te libere, La Maestría te trae de nuevo la experiencia viva de la libertad de ser y se encuentra en tu interior, en la infinitud que eres en esencia y en verdad. 

   La Maestría es impersonal, nos devuelve el recuerdo de nuestra naturaleza divina, por eso no tiene que ver con nada perceptivo ("Nada de lo que veo en esta habitación -en esta calle, desde esta ventana, en este lugar- significa nada."  Lección 1 de 'Un Curso de Milagros'). Abandona pues la tentación de lo personal y de pretender conocer ("Le he dado a todo lo que veo en esta habitación -en esta calle, desde esta ventana, en este lugar- todo el significado que tiene para mi." Lección 2 de 'Un Curso de Milagros') y retorna a la sabiduría reconociendo tu ignorancia, para poder así facilitar que la Maestría te enseñe desde lo más íntimo de ti el significado de los Pensamientos que compartes con la Verdad indivisa de Dios desatendiendo los pensamientos sin significado con los que te limitabas y limitabas ("No entiendo nada de lo que veo en esta habitación -en esta calle, desde esta ventana, en este lugar-." y "Estos pensamientos no significan nada. Son como las cosas que veo en esta habitación (en la calle, desde esta ventana, en este lugar." Lecciones 3 y 4 de 'Un Curso de Milagros".).

   Expresa desde el ser, ahora, porque Dios -en Su perfección compartida con todas Sus criaturas- sí tiene significado. Él Es Ser... Él Es 'No dos'... Plenitud. La Maestría expresa Eso, vive Eso, extiende Eso, conoce Eso... te conduce irremediablemente, y sin retardo, a Eso. Estate en el tiempo sin ser del tiempo. Comparte el Mensaje de la Maestría con generosa dación y recibirás ahora -en la eternidad- el Cielo que ya eres junto con el Inefable.

   Es sencillo si no quieres imaginar dificultades... La Verdad te hace libre de tus imaginaciones, de tus pensamientos temerosos y frágiles, desconfiados y sufrientes... La Maestría es la Luz del Ahora, la conciencia plena del presente, la paz mental, la manifestación del Espíritu, la sanación de la mente para olvidar lo olvidable (el ego) y recordar lo imborrable, la santidad de tu ser (el Cielo). La Maestría es perdón. La Maestría es compasión y por eso no contemporiza con ilusiones que ensombrecen el júbilo de la Vida Eterna, no cree ni se suma a las historias absurdas que quieren persuadirte, a tu ser puro, a la santidad que eres, con debilidades de cuerpos separados, carencias, horrores, enfermedades y muertes. La Maestría no se cree irrealidades, por eso es ciertamente compasiva y sabe que el ego es nadie, que es nada, absolutamente nada. La Maestría, si eliges que te guíe desde lo profundo de tu mente, te devuelve al recuerdo vivo de Dios. La Maestría es Camino, Verdad y Vida... Es aquietarse y reposar en Yo Soy el que Soy.


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