domingo, 6 de septiembre de 2015

PREGÚNTATE Y RESPÓNDETE

   Aumenta la confusión cuando se toma al tiempo por real y, éste, no es más que una idea en la mente resultado de pensamientos limitados acerca de uno mismo creyéndose morar dentro de un cuerpo. No seas esclavo del calendario o el sueño de la muerte aleteará implacable a tu alrededor. Despertar desvanece, ya mismo, semejante entuerto al ser consciente de la consciencia la consciencia misma y, con rotunda claridad, no concederle más validez a su proyección de imaginada subsistencia divisora. 

   Es el tiempo un espejismo de variopintas perspectivas tomándose por ciertas, nada más y nada menos. Sí, el tiempo, es un espectral conglomerado de deseos y recelos, de simpatías y antipatías, de  interminables idas y venidas sucesivas, que dan una espantosa sensación de desconfianza, inestabilidad y reiterativo vaivén, en el que nunca se acaba de encontrar ninguna idea válida o significativa de cómo estabilizarse. Todo el tiempo el tiempo está buscando el sostén de la eternidad dónde jamás puede hallarse... es decir, en un futuro proyectado por la proyección misma. Eso es, sencillamente, mantener una perpetuación de la inestabilidad en nombre de la estabilidad. ¡Un auténtico dislate! Al igual que el horizonte es inalcanzable por la percepción, un instante del futuro también lo es.

   Nada se pierde por despertar de una irrealidad de dolorosa limitación y, sin duda, sí se gana todo aquello que se había olvidado durante el ensueño. La alegría de Ser retorna de inmediato. Una y otra vez el presente te sostiene... con infinita paciencia te espera a que lo busques en el ahora, sólo en el ahora. Mira al presente y Verás. Escucha al ahora y Oirás. Estate atento al presente y Sabrás. Sólo en el tiempo te pierdes. Una y otra vez la eternidad, y Su Amor incondicional, te alza para que puedas caminar a tu hogar en el ahora. Vive sin miedo. Pregúntate y respóndete: ¿Por qué no permanecer sencilla y conscientemente en el presente, que es el único instante que siempre es, y dejarse, de una vez por todas, de expectativas por venir o de reformulaciones de un pasado que no existe nunca ahora? ¿Por qué no decidir estar presentes en el presente nada más y nada menos? ¿Para qué querer arreglar lo que, por su inevitable transitoriedad, es imperiosamente inarreglable? ¿Por qué querer morar en la paradoja de lo que parece vivir para después morir? ¿No es absurdo pensar ser feliz en un mañana que se derrumba? ¿Cuándo sino decidir que, el cuándo anhelado, siempre es ahora, en este mismo instante, y no en un ahora futuro, ciertamente, inexistente? ¿No es suficiente sueño y angustia o, aún, quieres más de lo mismo? Ahora, siempre ahora, tú, libremente y en consciencia, decides.

KHAAM-EL




Confía... 
la eternidad del Amor siempre te sostiene 
una y otra vez, ahora.






No hay comentarios:

Publicar un comentario