viernes, 18 de septiembre de 2015

CAMINA HASTA EL FINAL DE TI MISMO PARA SER DE VERDAD +

   Cierto es que atender a lo innecesario es distracción y que no son verdad los pareceres, por tanto no te distraigas con los debates que confunden opinar con conocer o que insisten en defender lo que separa pregonando supuestas bondades acerca de lo especial. Aboga por la sencillez de lo claro, amoroso y simple, de lo grato a la serenidad interna que no se deja arrastrar por las inestables turbulencias de lo superficial o egoísta. Ve hacia lo más hondo de tu mente, profundiza y atraviesa todas las ideas que te angustian. No te detengas... llega al final de ti mismo, permaneciendo en el centro de la conciencia pura, sin previsiones, juicios u opiniones, y todo, inesperada y milagrosamente, devendrá consciencia consciente de la unicidad del Ser, de la infinitud del Espíritu, de la plenitud de la Divina Unicidad. Disfruta de lo simple, no vayas en pos de dictámenes acerca de ésto o aquello y vive en la humildad de la inocencia que desenmascara toda ostentosa o sibilina treta por desviar la atención de lo esencial hacia lo que no es sino ilusión e impermanencia.

   Persevera en lo esencial. No te apegues al vistoso oropel de lo efímero. Los fuegos de artificio dibujan en el aire fugaces colores, al igual que los deseos materializan en el aire volátiles logros. Lo pasajero es un sueño... y anhelar sueños, doloroso; porque querer lo que se esfuma acaba en pesadilla, lamento y sufrimiento. Comunicarse con lo terminal es desdeñar lo permanente descuidando, por tanto, la verdadera comunicación. Paúsate. Es evidente que hablar y hablar y valorar y valorar lo que desaparece no sirve realmente de nada. Soñar es caminar con muertos, olvidar la vida. Sigue sin demora ni titubeo a la Verdad que te libera y, como dijo el Cristo en Jesús, dejad que los muertos entierren a sus muertos. Sal del sepulcro, despídete de la oscuridad, abandona el sueño de la muerte y, como Lázaro, sigue al Mensaje de la Luz y la Vida, al Mensaje que resucita... a esa mirada limpia, a esa Luz interior que no parpadea ni deslumbra sino, que en su benéfica constancia, te guía dulce y certeramente hasta el recuerdo de Dios y Su Amor sin condiciones. Confía, camina hasta el final de ti mismo para Ser de verdad... un nuevo sol resplandece, un nuevo día ha llegado para permanecer en tu alma y disolver las brumas del miedo colmándote con alegría y paz. No te avergüences de extender la santa pureza de la perfección del Amor. Canta, canta... cántale al Amor... el Mensaje te tomará y vivirá en ti para darte la fortaleza de la verdadera Vida. ¡Confía! No caminarás sólo, aparecerán y te acompañarán Hijos de la Luz, Testigos de la Verdad, Ángeles de Dios -como tú propia esencia es-, y juntos en la unicidad de propósito, por la gracia, conoceréis lo que Es antes del principio: Plenitud y Eternidad.

KHAAM-EL



Permítele al Amor derribar las paredes del sepulcro de la carne 
para que así resplandezca la Luz del Ser.





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