NO RESPONDAS A LA LIGERA Y MEDITA

   ¿Te conoces a ti mismo? 

  ¿Si piensas los pensamientos con pensamientos son, éstos, fiables para conocer la fuente del pensamiento mismo? 

   ¿Recuerdas cómo comenzaste a recordar? 

   ¿Cuándo olvida el olvido lo que olvida?   

   ¿De dónde proviene el porvenir? 

  ¿Qué deseo te hizo desear y qué juicio juzgó que juzgases sobre lo conveniente e inconveniente de lo percibido desde una percepción de variable consistencia?

   ¿Quién decide que quieres decidir lo que decides? 

   ¿A dónde encamina y qué significa la idea del porvenir si siempre se halla uno en el presente? 

   ¿En que tiempo fuiste consciente del tiempo? 

   ¿Cómo aparece aparecer para después desaparecer? ¿Tiene eso lógica o es absurdo? 

   ¿La vida que muere puede considerarse vida? 

  ¿Qué tú se consideró tú e inicio una relación consigo mismo para después relacionarse con otros a su manera? 

   ¿Elegiste tú tus agrados y desagrados o te los encontraste sin más? 

   ¿Contienes a la consciencia o la consciencia te contiene a ti? 

   ¿Sabes qué es saber realmente sin ningún genero de dudas? 

   ¿Quién sabe que no sabe o considera que sí sabe? 

   ¿Qué o quién eres? 

   ¿Qué o quién es ser?

   Si comprendes que no comprendes, si dudas de tus dudas e incertidumbres y vas a la raíz misma de su aparición, no intentarás intentar nada por cuenta personal ni suponer siquiera que cualquier actitud derivada del ego pueda encontrarse validada por lo razonable. Profundiza en la mente sin presuponer en ningún momento o circunstancia qué es la mente.  Observa quien observa observar en ti. Silencio. Sosiego de la mente... apertura del corazón. Deja de opinar inopinadamente (opinión nunca es conocimiento) y aquietarás tu inquietud con ilimitada paciencia interior (lo exterior dejará entonces inesperadamente de perturbarte)... suelta las palabras y los conceptos por ellas representados, medita con honesta constancia, ahonda en la consciencia de ser consciente, y comprenderás, sin necesidad de pensamientos... quédate en paz, confía... y, sin óbice, lo impersonal mostrará su ilimitud... de súbito, resplandecerá en la consciencia lo que ES... sencillamente, sólo hay ES.

KHAAM-EL

Recógete en el silencio de la paz mental 
y Sé consciente de lo infinito.