domingo, 20 de septiembre de 2015

BENDICE COMO DIOS BENDICE +

    No maldigas tu suerte por unos juicios que tan sólo opinan superficialmente acerca de todo lo que acontece. Estate presente en conciencia. Acepta y fluye en paz con el acontecer diario y no te disperses con suposiciones. En este mundo lenta y largamente pasan las horas para el que tiene prisa o anhela las cosas de una determinada manera; por eso, como señala 'Un Curso de Milagros', la paciencia infinita tiene resultados inmediatos. Quédate pues tranquilo y reposa en el presente tu imaginada inquietud futura proveniente de un supuesto pasado que, sencillamente, sabes que ya no está aquí. 

   Acepta, ora y vive en paz el flujo natural de la vida. Camina con confianza en la Luz. Sábete bendecido y bendice con tu alegría a todo aquel que encuentres o pienses. No caigas en la flaqueza del miedo y sus falsas golosinas que en vez de mitigarlo, al poco, lo acrecientan. Apártate de los seductores guiños con los que la sensualidad quiere que olvides tu naturaleza divina; mantente vigilante y no te distraigas, como Sansón dejándose cortar el pelo en su somnolencia, o quedarás ciego a la luz de la Vida. Tampoco te rasgues las vestiduras y sigas la intolerancia aberrante de lo excesivo y puritano, o caerás en la hipocresía que Jesús achacaba a los fariseos (¿Se ha hecho el sábado para el hombre o el hombre para el sábado?). No seas indolente, tibio ni te flageles. Sé fuerte en tu entrega a la no violencia ni siquiera de palabra o pensamiento, porque lo que uno piensa sin amor, daña (el que a hierro mata a hierro muere). Sé paciente y manso de corazón y camina la senda del perdón... aquel que busca las cosas del mundo no sabe lo que hace. Lo pasajero no tiene valor, el Reino de Dios (eterno y bienaventurado y, por lo tanto, ciertamente valioso) no es de este mundo. Confía, todas tus lágrimas serán enjugadas para siempre en la eterna Bendición de Dios. No hay amenaza que pueda con la pureza del que ama con todo su corazón la Verdad, pues el Amor es real y sólo perece lo irreal. La Verdad como el Amor es indivisa y plena (Dios Mismo es Vida,  Amor, y Verdad). Acepta, ora y vive en paz el flujo natural de la vida. Camina sosegadamente en la Luz. Bendice con tu Paz mental a todo aquel que la requiera. No te derrumbes por lo pasajero por muy feroz o pavoroso que se te presente, mantente consciente de la consciencia, confía en la guía providente del Altísimo que se revela en la radiante transparencia del ahora y, con sencillez y humildad, por la Gracia, de inmediato, estarás en el mundo sin ser del mundo.

KHAAM-EL




Estate en el mundo sin ser del mundo. 
Bendice sin cesar. 
Acepta, ora y vive en paz... 
todas tus lágrimas serán enjugadas por el Bendito Amor de Dios 
y trocadas finalmente en Alegría infinita. 






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