martes, 1 de septiembre de 2015

¡GRACIAS POR VIVIR DESPRENDIDO Y LLENO DE FE!

   Suena el despertador. Abres los ojos y ves un mundo a tu alrededor esperándote. Respiras hondo y vas hacia él con alegría, agradeciendo cada encuentro y cada despedida que vaya a sucederte. Todo te trae una lección de Amor y, con humildad, estás dispuesto a aprenderla mediante el perdón de las ilusiones, para que así sólo resplandezca la Verdad. Estás dispuesto a vivir este día sin condiciones; porque, ciertamente, confías. Estás abierto de mente y te das de corazón, no temes ni rehuyes que te lo partan. Tu único propósito, por encima de todo, es amar como el Amor ama. 

   Cada día tiene su afán, todo lo que conlleva y necesita la jornada que transitas te es dado... Y, jubiloso, reconoces que la Providencia te guía de vuelta al Cielo; siempre y cuando tú intención pura sea que todo halle auténtica felicidad y viva en paz, compartiendo desde tu esencia bendita. Nada ocurre de balde aunque a veces parezca triste y baldío. Todo te sonríe aun a pesar de sus lágrimas al tú saber que todas ellas fueron enjugadas al final del tiempo, qué es como antes del mismo: Plenitud y Vida. Nada que no sea del espíritu tiene realmente significado y, tú, ahora, sí, ahora, sólo quieres compartir significado. Ya no te arredras ante las dificultades; ninguna, sin duda, puede con la fortaleza santa de la bendición infinita. Vives presente y la gratitud impregna cada acto que realizas en el mundo, pues no quieres escabullirte de tu responsabilidad para con la vida. Aceptas y asumes, con paciente entrega, la situación en la que pareces encontrarte e invitas al prójimo a soltar todas las historias particulares que toma por ciertas, porque todo lo particular tan sólo son meros espejismos de angustiosa problemática... Más, a Dios gracias, ningún espejismo tiene que ver con la realidad, lo permanente nunca puede verse afectado por lo impermantente, ni perecer tiene sentido en la Vida. El ángel de Dios que eres está despertando de un sueño de muerte. No hay soledad ni oscuridad en el mundo que pueda acallar la voz del Amor en ti. Ahora, justo aquí, está bien; siempre hay más que suficiente para expresar la plenitud de lo santo... ¡Celébrate y celebra! Vuela y vuela allende las formas... sabes que en el tiempo has de bendecir todo el tiempo para que lo eterno revele su indiviso rostro y nos cubra con su bienaventurado manto. Ángel de Dios ¡Gracias te doy por tu vivir desprendido y lleno de fe! Sin duda, recordaste que el rostro que nos une es la luz de la Verdad y que el manto de bienaventuranzas que nos cubre es la Vida eterna que compartimos en el Amor de Dios.

KHAAM-EL



Despierta y comparte tu Felicidad... 
Vuela, vuela ángel de Dios.





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