lunes, 6 de marzo de 2023

NO TE FÍES DEL MUNDO, O SUFRIRÁS. FÍATE DE DIOS VIVO, Y TE SABRÁS EN PLENITUD

    No te fíes de lo variable como si fuera estable o sufrirás por propia decisión. Adéntrate en aquello en ti que toma consciencia de concienciar, en ese insondable ámbito infraccionable que en la quietud del pensamiento se revela. Descansa en ello. Siente su paz, plenitud y júbilo... embárgate con su amorosa comunión de vida inmensa, infinita, inefable. ¡Despierta! Confía en lo ilimitado, y no te apegues ni idolatres la breve identidad corporal que te conforma; más tampoco persigas, ávido, efímeros perfiles tomados por deseables, pueden agazapar engaños y malicias, ni rechaces
 tampoco precipitadamente aspectos aparentemente deformes, pues podrían ocultar una bendición inigualable. Mantente atento a lo esencial, a lo perenne, o te perderás en los vanos caminos del sueño de la muerte. Busca la Verdad de verdad, lo que no conoce opuesto, y a todos y a todo sustancia... a DIOS VIVO. Órale de corazón. Pide con todo tu ser Amar como ÉL Ama, y que todo el entramado egoico caiga.
   Y, agradecido por Su gracia ilimitada, verás como tu alma se ilumina desde lo hondo, se regocija desde lo profundo, se libera desde lo íntimo, hasta que ser uno con lo Divino, con la Realidad Eterna, con la Plenitud del Reino de los Cielos. ¡Bendiciones! Recibe, encuentra y entra, pues siempre hubo, estuvo, y nunca la puerta fue cerrada.  
    Por tanto, recibe, halla y adéntrate en lo infinito... jamás pudo estar cerrado aquello que no tiene fronteras. Amar y ser completamente amados, esa es la Ley de DIOS VIVO... ¡Aleluya! La gloria de la vida es en el Espíritu. No te conformes con la escasez de las pasajeras formas y sus mortales encarnaciones. No te identifiques con el ego. No es tu ser auténtico. Interioriza en la plegaria sincera y la meditación constante; no escatimes en entrega y devoción, suelta el lastre de tus apegos, toma tu cruz y sigue la senda del Amor, la Verdad y la Vida... todo brillará en la luz, sin penumbras; esplendente en la santidad de lo indiviso. Nada quedará de la congoja y el sufrimiento de antaño; el temor por el mañana se disipará, como nubes en un día cálido y soleado, para no retornar nunca más. 
    Ahora, aquí, la inocencia impregna el presente de bienaventuranza. DIOS nunca estuvo ni estará ausente... ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Amor infinito! Todo el Amor, sin medida hallado. La Verdad Es... ¡Despierta del sueño de las competitividades! La Luz ha llegado... tu función aquí es ser feliz, en un presente libre de memorias y proyecciones personales. El tiempo carece de significado en la eternidad. Descubre en el Encuentro Interior con la Infinitud del Ser que, más allá de toda conjetura, DIOS ES... Y, tú, yo y nuestro prójimo, somos en ÉL. 

KHAAM-EL


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