MÁS ALLÁ DEL ROSTRO DEL MUNDO, LA LUZ DEL ESPÍRITU

    El rostro del mundo tiene mil y una caras, a cual más cuentista y distractora de lo real, de lo sustancial, de lo que de veras importa. Unas veces guiña el ojo seductor, algunas fulmina furioso con su mirada, otras displicente mira para otro lado ignorando al que se le dirige, también (cuando le interesa) pone cara de 'angelito' y engaña y estafa, además de las lujuriosas, hipócritas, codiciosas, evasivas y un larguísimo etc. de ellas, con las que envuelve, oscurece, confunde y desvía de la íntima plenitud de Espíritu que trasciende todos los rostros y expresiones que pudieran llegar a representarse. Mas, quien sabe ver más allá de las meras apariencias, no sucumbe al embrujo de lo temporal, despertando de los mil y un cuentos del caduco y trilero mundo, para aposentarse en la indescriptiblemente clara, amorosa y bienaventurada llenura de lo totalmente despejado de personalismos, bandos o corrientes de enfrentado pensamiento... "La luz ha llegado".

KHAAM-EL