Creer saber lo que a uno le hará feliz, conseguirlo, no ser feliz, y continuar tercamente en la misma línea de acción, en vez de acierto y claridad, es desatino y confusión. Lo que viene y va no tiene consistencia. Y lo inconsistente, por inconsistente, no ofrece dicha duradera, luego nada tiene que ver con la felicidad.
Todo el sufrimiento del mundo proviene de confundir parecer con ser. Semejante confusión de términos es sufrir por ausencias consideradas presencias, al desdeñar lo sustancialmente sempiterno juzgándolo como ausente o inexistente. Mas, nada pasajero es real por mucho que el ego lo propugne y pregone. Apegarse a lo que se desmorona es desmoronarse con ello. Por eso, la plenitud de DIOS VIVO es olvidada cuando el ego es entronizado, y, quienes creen que este mundo transitorio es su hogar, malviven sintiéndose morir a cada traspiés o vicisitud.
La aciaga danza del mí y del tú, del nosotros y del vosotras, del ésta y del aquél en competencia, es la egótica locura de perder una y otra vez, precisamente por querer vencer -sin saber muy bien qué significa ese vencer- contra otros supuestamente aparte... Pero, es obvio, el espejo necesita de una mirada para ser realmente un espejo, la voz no es nada sin el oído al que se dirige, el abrazo al aire es una acción inútil, el puñetazo a otro una clara incitación a ser golpeado, el enriquecerse a costa del prójimo alienta la envidia y el desprecio... Abandonemos, consecuentes y firmes, el apego al absurdo y doloroso ego.
Elevémonos -tú, yo, todos- por encima del tiempo, ahora; al alzarnos más allá de sus circunstancias, aquí... La eternidad nos mostrará su indiscutible bienaventuranza de Espíritu en comunión.
¿Quieres atender y conocer el Insondable Infinito, o seguir sondeando lo que se aja pretendiéndolo nuevo y estable? ¿Anhelas la Verdad por encima de todo, o continuar ensalzando lo relativo y equívoco como si fuera absoluto y exacto? Para que en el ser humano haya un caminar eficaz se necesitan dos piernas sanas coordinadas en una dirección determinada, si las enfrentas no andarás un solo paso, y si titubeas yendo de acá para allá jamás llegarás a destino... Dos se funde en 'No dos', tomando consciencia de la Divina Unicidad que todo lo conecta, por la gracia sobrevenida de la determinada actitud de acción generosa, sincera y humilde en extender amorosa plenitud, comunicándonos siempre los unos con los unos en fraterna relación, compartiendo y acreciendo nuestra espiritual indivisibilidad.
Ahonda. Medita. Conoce. Estamos unidos más allá de la carne y de las cosas que parecen alejarnos. Lo aparentemente separado sólo retorna a la unicidad común evitando atacar, huir o esconderse de aquello considerado separado y amenazador, mostrando con constancia inquebrantable la inherente infinitud sustancial que nos alienta y cohesiona. Porque la competitividad engendra temor; el temor, resiente; y el resentimiento, sufre y hace sufrir. Más, el Amor salva de tan tremendo y perjudicial desbarajuste.
Es abrazando al prójimo de corazón, como abrazamos nuestro propio corazón... Y, abrazados todos nosotros de corazón, nos sabemos infinitamente abrazados, amados y bendecidos por DIOS, tanto en el tiempo como más allá de él.
KHAAM-EL
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