martes, 4 de febrero de 2025

DIVINA SANTIDAD, DIVINA GLORIA Y CREACIÓN

    
Honestidad, divina cualidad. No hay mayor medianía que el elitismo ni expresión menos convincente que la grandilocuencia. La peor de las arrogancias se traviste de modestia y la cólera más furibunda acecha su letal oportunidad tras estudiadas maneras y palabras dulces. Querer más es suponerse en menos y anhelar la plenitud revela una aspiración que al mundo y a la carne le es imposible colmar.
    Verse, pues, del mundo es no verse en absoluto. Es un interpretarse, suponerse, contradecirse y tornar a reinterpretarse como un ego en ansiosa proyección: una solución que de cierto nada soluciona, sino que antes bien todo lo entorpece y contraría con ambivalencias que se entrecruzan e incluso solapan. Sólo la paz de un mente inmediata, no divagadora, agradecida, receptiva a lo esencial y desapegada de lo transitorio y banal, no se avergüenza de su vergüenza ni se esconde en su error fingiendo que no lo es, sanando así del mal de los siglos en un ahora santo que le alza por encima de insensatos proyectos y vanos logros especiales que el torpe uso del tiempo enaltecía, descubriéndose y descubriéndonos como partes presentes, puras e indivisibles -las unas con las unas- en la creadora gloria de DIOS VIVO.

KHAAM-EL


lunes, 3 de febrero de 2025

PAZ, VER EN PAZ, VER CON DIOS

    Ver o no ver de veras he ahí la raíz de la plenitud o de la falta de ella. Del horno candente no sale hielo por más que se desee ni se hacen pasteles con excrementos. Temer u odiar y no amar de lo resentido viene y lo resentido acrece, más nunca satisfacción completa o genuino bien puede otorgar.
    Esperar benignos resultados diferentes sin cambiar uno mismo en lo sustancial es tarea infructuosa e incluso contraproducente, derivada de un razonamiento perverso sino directamente estúpido o -summum  diabólico- de la terrible conjunción de ambos en una ufana ceguera convencida de ver con claridad según siembra confusión por donde campa.
    Mira. Miro. Miremos a una. Humildes. Honestos. Confiados. La Verdad es paz, perfecta paz y bendición, porque nada ha existido ni existirá que trastoque ni rasgue su íntegra pureza. Ver con ella, por tanto, es ser salvo de todo mal y de toda muerte; sin embargo, ver sin ella (ego) a la trampa de lo mortal sentencia. Por eso nunca habrá paz mental o inefable gozo del corazón en lo competitivo, ni felicidad duradera en lo transitorio.
    Admirar el Espíritu antes que la carne y valorar el Amor por sobre cualquier 'humana justicia' (que no es sino una mal disimulada forma de venganza) alza el alma humana de lo mortal a lo inmortal, del separativo miedo a la bienaventurada comunión, de lo engañoso a lo auténtico, de lo separado a lo indiviso, del tiempo a la eternidad, del ciego y peleón ego a la pacífica conVisión en DIOS VIVO.

KHAAM-EL


domingo, 2 de febrero de 2025

HAY UNA LUZ PURA QUE VE UNICIDAD EN LA APARENTE DIVISIÓN EGOICA

    Dejemos de inventar mundos de confrontación, resentimiento y ego. Regresemos al origen de todos los orígenes y veamos, a la Luz de la Divina Unicidad de DIOS VIVO, la Verdad del Espíritu que a todo tiempo y a toda carne sustancia en comunión y plenitud de Amor sin fin.
    Sí, amigo/a, hay una manera pura de ver el mundo que lo libera y nos libera de sus dolorosas  pulsiones. No olvidemos ese hondón infinito del que proviene el cálido, sosegado y poderoso fulgor sagrado que ilumina la fría, agitada y frágil blancura de nuestros huesos. O la frágil frialdad desasosegada, meramente temporaria y carnal se entronizará en reino ajeno, dando como resultas la dolorosa y letal percepción de malvivir desavenidos de DIOS VIVO y de Su Eterna Unicidad Santa.

KHAAM-EL


sábado, 1 de febrero de 2025

EL EGO INVENTA LOS MUNDOS QUE VE


La suma de las porciones no hace el Todo.
El orgullo de lo separado (ego) inventa ciclos que imagina espontáneos.
Oscura y terrible es la cárcel que pretende ser luminosa amplitud
arrinconando y encadenando al alma a la mera percepción carnal
que divaga, distorsiona y a lo más sagrado ofende
con vanas pretensiones para un futuro que no tiene, pero sí codicia.

No hay mundos sin Cielo, aunque puede haber Cielo sin mundos.
La parte no es más que el todo aunque, como en un luminoso holograma,
la parte contenga en su seno el todo.
La criatura no es, de tal manera, más que Su Creador aunque, como Su Hijo,
participe de Su Misma Naturaleza.
Nada es la palabra sin mensaje y tampoco nada es la carne sin Espíritu.

Ver lo que ve oyendo lo que oye... Silencio Comunicante... Verdad.
La mente inventa fabulaciones con pensamientos inconsistentes como nubes
en la inconmensurable vastedad de la Consciencia Indivisa.
"Como es arriba es abajo" dice Hermes, razonando la sincronicidad viviente
que gira y gira como un torbellino que al cosmos armoniza, zahiere, empuja,
desvía y reconduce, más nunca detiene.

Un enigma que nos recuerda, sí, la suma importancia del Eterno
es lo caduco de los signos y logros del mundo. Discierne.
Delinean endebles dibujos las nubes en la ingrávida consistencia celeste.
Imponentes asoman -a veces- y tenues -otras-.
Espejismo colosal... Se disipa siempre (por su seguro desvanecer gaseoso)
todo trazo, todo: bello y grotesco, denso o sutil, nacarado, gris o albo.

Únicamente hay inquebrantable reposo en aquello que abarca lo móvil
y vera paz sólo en lo que no es afectado por la guerra, el pesar y la muerte:
el Espíritu que todo lo nutre, alienta, sustenta y plenifica... DIOS VIVO.
Realidad entre espejismos, Plenitud entre escisiones, Luz de oscuridades.
Rendido el orgullo, anhelado sólo lo esencial tras desdeñar lo superfluo,
termina el sueño de la carne al -de nuevo- amar al Espíritu en todos y todo.

KHAAM-EL