Dentro y fuera del rugido del tigre, hay silencio. Fuera y dentro de la carrera de la gacela, hay quietud. Vivenciar esto es el Despertar, es la Liberación, es la Iluminación: el bendito cumplimiento de la 'Buena Nueva' de YO SOY EL QUE SOY. Pues de la obvia constatación de la esencia inmaculada de todo lo viviente, en la que en verdad no hay cazador ni cazado (por la nuclear inconsistencia de las divisoras sombras que imaginaban opacar aquello de por sí ya pleno), brota el compasivo e indiviso perdón, manifestándose sin ambages la salvación de toda temporaria y aislada condición.
¡Bendiciones! Ninguno está solo ni sujeto a la muerte. El aquí y ahora no es un momento estanco escindido de otro, sino un flujo ininterrumpido e irrefrenable, una eterna unicidad viva, pura, no limitada a cíclica secuencia, noción o forma alguna.
KHAAM-EL
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