DIOS VIVO SIEMPRE PROVEE, ¡SÍ, SIEMPRE!

    En el secano de la fatiga diaria, una refrescante laguna brota límpida cuando en verdad -no caprichosamente- se necesita y de corazón se solicita, siempre, sí: Fe.

    Manantiales de 'Agua Viva' desde el silencio y la quietud del Alma se manifiestan en el justo momento para satisfacer la necesidad precisa: Milagro.

    DIOS nunca falla; sabe, ama y de sobra abastece: Sagrada Providencia.

    Y en ese agua, tras en paz beber, sumerge sus pies cansados el peregrino; los lava y gracias da a DIOS VIVO por esos pies que le sirven en el santo propósito de llevarle a la 'Tierra Prometida' (el perenne reino del Espíritu). Conduciéndole de su anterior esclavitud al faraón (el "príncipe de este mundo") a la libertad y plenitud merced a la confiada entrega a la Divina gracia que abre mares, que guía en la fría noche con ígnea columna y en el ardoroso día con columna de nube, que da con largueza el pan de cada día y que bendice a todo aquel que al necesitado ayuda a proseguir en fraterna relación la ardua -pero salvífica- senda que libera a todos cual uno solo (a los que vivían dispersos y enfrentados, unidos ahora como un mismo pueblo; a los que se encontraban perdidos, guiados seguros en un mismo rebaño; a los que estaban tristes y temerosos, aunados en una misma alegría y un mismo amor). Pies humildes, bautizados en agua y Espíritu, que como intrépidas naves surcan el mar del tiempo y la carne, avanzando inquebrantables entre calmas chichas, benignas brisas e inesperadas tempestades al intemporal y santo puerto prometido (el "Reino de los Cielos") a todos aquellos que de veras eligen a DIOS VIVO como Su único Capitán.

KHAAM-EL