CORAZÓN LIBRE Y EN LA PAZ DE DIOS, CORAZÓN PALPITANTE DE AMOR

    Comprendí el daño al bien general y el perjuicio para la paz de mi alma (y para todas las almas) de entronizar el deseo mundano sobre la comunión espiritual, porque fijarse en las cosas del tiempo por encima de las eternas engorda al ego y a sus disimuladas y maquinadas mentiras (escondidas tras el apego a la carne), según enflaquece el Amor y desdeña arrogante la Verdad oprimiendo inmisericorde el corazón del Amor... caos, oscuridad, sufrimiento y muerte, son sus amargos frutos.

    Arrepentido lloré al Cielo. Un rumbo nuevo ansiaba. Paz, Amor y Verdad para todos; no queriendo ser el centro ni por un segundo más, sino fundirme en la unicidad de DIOS VIVO.

    Y mi corazón amurallado se resquebrajó. Y una catarata de lágrimas manó... Y, como un anchuroso río de bendiciones, estas aguas de arrepentida conversión me bautizaron permitiendo que se me diera regalado un nuevo corazón de carne y luz donde antes había miedosa y opaca muralla, un corazón libre de temores que palpita por la luz de todos, un corazón libre de pesares que palpita por la bendición universal, un corazón libre de vanos deseos que palpita por la gloria de DIOS VIVO y no por la propia, un corazón libre de egoicos conflictos que palpita en paz, por la paz y para la paz del Espíritu en toda la humanidad.

    Un fulgor desde lo hondo del renovado palpitar me infinitó, alumbrando un día sin ocaso en una noche cerrada que, por la gracia, nunca más volverá a posar su oscuro manto sobre mí. Porque sin duda alguna supe, como dice la lección 42 de 'Un Curso de Milagros', que DIOS es mi fortaleza y la visión es su regalo.

    Porque se me dio a leer el códice que nunca se escribió: únicamente aquí Es, la distancia entre sujeto y objeto no tiene sustancia ni predicado... Y nació en mí 'Compartiré Lo Innombrable'.

    Porque se pronunció la Enseñanza silenciosa y la comprendí: todo es siempre y nada es nunca, lo separado es vacuidad... Y en mí vio la luz 'Extenderé La Enseñanza'.

    Porque se me regaló ver el mañana sin ayeres: sólo hoy hay sin fin, el tiempo es un espejismo del ego... Y vino a ser en mí 'Mostraré la Realidad del Espíritu'.

    Y porque encontré, por Divina Misericordia, lo imperdible justo donde jamás dejó de estar: no hay auténtica finitud en lo infinito, nadie ha muerto ni morirá en esencia y pureza... Y en mí llegó al núcleo del momento 'el Santo Perdón'. ¡'Renazcamos'!

    Ser en completitud: yo, tú, otros -en esencia- no es real; soy, somos, todos en unicidad, sí lo Es...

Expreso/Expresas/Expresamos...

Convivo/Convives/Convivimos...

Revelo/Revelas/Revelamos...

Vivifico/Vivificas/Vivificamos.

    Ahora, por siempre ahora y aquí, en la Sagrada Comunión de un Mismo Corazón Palpitante en el Espíritu Inefable del Amor, que en la carne misma la trasciende, DIOS VIVO ES.

KHAAM-EL