viernes, 7 de febrero de 2025

EN LO SANTO, LUZ Y SALVACIÓN


    
Gracias a su profunda raigambre pueden los árboles alzarse consistentes hacia la luz. Gracias a la inherente santidad de nuestro ser en DIOS VIVO nada hay que ésta no pueda hacer (lección 38 de 'Un Curso de Milagros'), transformando y trascendiendo lo mundano en senda de retorno al Cielo, en radiante camino de regreso a nuestro verdadero y bienaventurado Hogar: a la Dicha de la Vida Eterna, a la Plenitud del Espíritu, a la Comunión Inefable del Amor Inagotable y Total.
    Por eso, como nos recuerda la lección 39 de 'Un Curso de Milagros', mí/tú/nuestra santidad íntimamente consistente y profunda, liberándonos de desconfiadas e infundadas sospechas y de aviesos resentimientos inmisericordes, es la salvación que nos saca del culpabilizador infierno al que nos ataba la separadora manera de ver, pensar y sentir del superficial, ambiguo e inconsistente ego que en nombre de la luz, taimadamente, la negaba.

KHAAM-EL


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