lunes, 3 de marzo de 2025

EL AMOR DE DIOS VIVO, BIENAVENTURADA SOLUCIÓN SIEMPRE PRESENTE AL PROBLEMÁTICO EGOÍSMO

    No hay actitud más vil que propalar mentiras e hipocresías para sacar provecho del prójimo.    
    Vivir ejerciendo fuerza conduce a perecer desfallecido aunque en un principio se piense lo contrario.
    La mayor de las indigencias es la codicia y la más grande ofensa al prójimo es el apego a la carnalidad y al propio confort con los que se lo cosifica y separa.
    Pretender justo aquello que uno juzga le beneficia olvidando al resto y ser implacable con ello es la peor de las injusticias, pues suponiéndolo ciegamente mesura y equilibrio propicia inmisericorde desigualdad y caída ("¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo." Lucas 6, 39).
    No tener suficiente con lo suficiente trae insuficiencia en derredor por un afán acumulador que quiere monopolizarlo todo en nombre de un individualista beneficio que acarrea ajena pérdida.
    Fijar estándares de superficial y caduca belleza es confundir lo principal y acabar ensalzando una mal disimulada fealdad que obvia la auténtica belleza, la del alma: esencial y eterna.
    Desear especial gloria y fama -por maravilloso que llegue a mostrarse lo alcanzado a los ojos de los demás- es en el fondo una actitud infame que desacredita lo logrado a causa del personal objetivo que lo motivó 
("¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de impurezas." Mateo 23, 27).
    Imponer particulares razones que beneficiando a unos pocos perjudican a muchos diciendo que son buenas razones abre la puerta al siempre irrazonable mal.
    Considerar las relaciones que obtienen personal provecho como las buenas, útiles y amistosas es equivocar lo que es el Amor adorando el miedo y justificando el egoísmo.
    Más, regocijémonos en la Luz del Infinito Amor de DIOS VIVO, vivir valientemente compartiendo la pureza del corazón que nos hermana y hace uno, humildes y en paz, confortando al que sufre y devolviendo bien por mal, es la siempre presente bienaventurada solución que DIOS VIVO nos da a todas las problemáticas egoístas que en el tiempo acucian, y que a la eterna plenitud del Reino de los Cielos sí o sí encaminan.

KHAAM-EL


No hay comentarios:

Publicar un comentario