domingo, 30 de agosto de 2015

DETENTE Y NO DES MÁS TUMBOS *


Siempre el ego trajina orgulloso
por obtener aquello que quiere
aunque deje destrozado al otro.
Mas él, piedad pide irreverente
cuando está su imagen en debate.

El orgullo pasa por humilde
cuando eso le sirva y le adelante
en un mundo parlotero y triste.

Es la espada de la espada, la ira;
y el escudo del escudo, el miedo...
más, la culpa oculta su recelo
ante el ojo que fijo la mira.


Oye el sordo lo que le interesa,
contempla el ciego lo que imagina
y silencia el locuaz lo que teme
no sea que eso le comprometa
con jueces sin toga pero crueles
por ser allegados o vecinos.

No te creas lo superfluo, hiede.
No sigas lo que dicen... mal rumbo
tiene hacer por lo menguado dicho
o no hacer por lo mucho escondido.

Quédate quieto y no des más tumbos
sostiene el sabio ante el griterío,
sólo para el que vive en paz 
y sin disimulo en el mundo
encuentra su alma, al fin, solaz.

KHAAM-EL 




Que las palabras se dirijan sinceramente al alma y a la concordia,
y las acciones a unificar y bendecir, o mejor callar y parar;
porque hablar por hablar y hacer por codicia 
todo lo enreda y complica.





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