sábado, 15 de agosto de 2015

TODO IRÁ BIEN SI DE VERDAD COMPARTES Y AGRADECES *

   No confundas la claridad con la confusión ni los altibajos con la realidad. La inercia no puede ser jamás fruto de la libertad. ¿Desde dónde vives, piensas y actúas? Relacionarse desde el temor atemoriza aún más si cabe. El contraste muestra, con evidente simplicidad, el amargo fruto de el enjuiciamiento. No seas teatrero y no te cuentes historias para no dormir. Es básico y, sin duda fundamental, concienciarse de la conciencia misma en su pureza original para que lo real, en su rotunda claridad, permanezca en la dicha de su inmutable plenitud.

   En la forma todo lo que percibes finalmente es nada. No quieras, por tanto, agarrarte a nada, es absurdo, inútil y frustrante. No esperes a mañana o malograrás el presente con expectativas y deseos de incierto cumplimiento. No quieras estirar el pasado o estropearás tu dicha con espectrales pensamientos de nula consistencia. No puedes caminar ayer ni tampoco mañana por mucho que lo intentes. Ingerir tóxicos, en vez de alimentos nutritivos, es suicida, al igual que albergar pensamientos de angustia, dolor y muerte, no trae más que infierno. Vomita todo lo que emponzoña tu mente y no vuelvas a su macabra inercia de pensamiento... deshabitúate de tus dolorosos placeres y de su transitorio 'subidón' dejando de buscar morir evadiéndote en el personalista vivir. Asume la responsabilidad de tu manera de pensar. Nadie, excepto tú mismo, influye realmente en ti mismo. Atraviesa la intensidad de no seguir los mandatos de cualquier seductora rabieta victimista y narcisista para poder romper, así, con cualquier dañina inercia revestida de evanescente goce.

   Lo superfluo y cambiante, con arrogante banalidad, convoca al miedo en nombre de la seguridad No hay libertad peor usada que aquella que decide imaginarse esclava y angustiada. No olvides el Amor o te olvidarás de ti mismo al olvidar al prójimo. Cierra tus ojos físicos y contémplalo todo con la mirada del alma. Medita... indaga... profundiza en la consciencia misma hasta que sólo halla Consciencia pura... olvida el olvido que conlleva la acumulación de conceptos y teorías para, desechando lo banal, recordar aquello que sí es esencia; porque se ha de comprender, cuanto antes mejor, que quedarse en el miedo, después del alivio inicial, sólo atrae desgracia y sufrimiento. No te agarres a las cosas o te perderás proyectado en la necesidad de ellas... Comparte y siempre habrá para todos... Agradece y estarás en paz. Abandona, sin más dilación, toda tentación a relacionarte desde el temor y siente como sin él el Amor te plenifica; y cómo tras la intensidad y resistencia iniciales, la paz y la dicha te colmarán y bendecirán por siempre. 

   Con constancia tras todo desierto siempre aparece tierra fértil donde habitar... no desfallezcas y no sucumbas a la absurda idea de buscar confort en lo yermo y ve un paso por delante de las apariencias. Un mundo cambiante e incierto no puede ser tu verdadero hogar... camina con tu mente entregada a Dios y Su luz... no te detengas por unas cuantas baratijas y unos míseros placeres de limitada duración... camina hasta el final, y vivenciarás un súbito renacer en la felicidad del espíritu y la vida eterna. Nada puede ir mal cuando, desde la libertad, únicamente anhelas libertad y cuando, desde el Amor, sólo quieres Amor... la luz dirigiéndose a la luz... lo bienaventurado compartiendo Bienaventuranzas... ¡Alégrate! Todo irá bien si tú, en verdad, así lo quieres, compartes y agradeces, porque todo aquel que, con honesto ahínco, busca la Verdad y -al ser hallado por Ella- la extiende, es liberado del infierno de lo egoico. ¡Bendiciones! Nunca hubo realmente tinieblas en la luz ni división en la Divina Unicidad.

KHAAM-EL



Confía en la luz... y ve desde la luz a la luz...
la Divina Unicidad Es...
las apariencias sólo parecen ser.




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