Que tu voz no sea una reiteración de la inercia de tus memorias personales. Repetir una y otra vez los pensamientos del ego, no por más repetidos y justificados, los convierte en reales. Ahonda en el meollo mismo del ahondar, no distrayéndote con la superficialidad de los conceptos derivados de la cambiante percepción. Sé consciente de lo que piensas y, por tanto, de lo que dices. Encuentra en tu interior la claridad de la Comprensión que trasciende al mismísimo comprendedor que la buscaba y serás expresión viva, no imaginada, supuesta u opinada; sin necesidad de imponerte por la fuerza, ni tampoco de doblegarte ante posibles adversidades... siendo pura y sencilla invitación a la plenitud de la consciencia presente a todo aquel que quiera escuchar. Porque lo que expresas y desde dónde brota lo dicho forja tu experiencia vital. "La enseñanza que yace tras lo que dices es lo que te enseña. Enseñar no hace sino reforzar lo que crees acerca de ti mismo" te recuerda Un Curso de Milagros. Mantente, pues, atento a tu pensar, con constancia e irreprochable honestidad, y permite que tu palabra te libere liberando... Sí, medita y observa tu mente con ahínco, conoce la realidad y, entonces, revélala sin temor. Expresa lo Divino en ti desde lo Divino en ti y lo verás, sin duda, en todo y en todos. No hay mayor certeza que aquella que brota del interior del alma, de la luz clara de la Consciencia en Su infinita incondicionalidad. Sé la manifestación viva del Amor, y la felicidad de extenderlo bendecirá tu camino por este mundo. Vive en perfecta paz mental. Proclama y declara la verdad en su indivisa plenitud y la vida que creías limitada al tiempo y sus formas devendrá ilimitada.
KHAAM-EL
Sé consciente de lo que expresas y compartes... es crucial para la dicha de todos... Y en todos estás incluido. Namaste.
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