martes, 16 de febrero de 2016

PIDE AMAR COMO DIOS AMA

   Si crees que en un tiempo futuro verás a Dios, sencillamente estás haciendo el idiota; porque, Dios nunca es ausencia o pérdida, y el futuro es un concepto que nunca está presente. El Cielo no está separado de ti excepto en ilusiones, fruto de tu apego a la separativa perspectiva temporal (el ego). Buscar la Verdad y la Plenitud en el tiempo es ceguera... Dios siempre se encuentra en el fin de los tiempos. Entrega el tuyo, abandona toda historia personal y serás encontrado por Él, exactamente ahora, como siempre ha sido. Cree, por encima de todo, en el Amor de Dios por Su Hijo en Su santo Espíritu, y renacerá el Cristo en ti... sólo Dios es Verdad y Vida eterna, y, Él, es tu Padre amantísimo.

   Confía. Nunca ha habido ni habrá nada que temer. El espíritu es vida; el mundo y la carne, pasajero ensueño. ¡Sí! Ama y confía, de todo corazón, como nos exhortan las lecciones 46 y 47 de Un Curso de Milagros: 'Dios es el Amor en el que perdono' y 'Dios es la fortaleza en la que confío'. Pide perdón por todas las veces que por ignorancia y temor has atacado o perseguido a la Verdad. La gracia divina te envuelve; si no la vives es porque, en tu fuero interno, la rechazas con la tenacidad de tus preocupaciones. Dite, pues, con resolución firme: -Ahora, nunca más justifico la flaqueza del ego, y confío plenamente en el Amor de Dios.

   Ama como el Amor ama y no exijas que te amen, u olvidarás que el Amor es una acción indivisa de eterna bienaventuranza. Por eso, pídele a Dios ver como Él ve. Y, por Su Santo Espíritu, verás como la Verdad ve, como el Amor ve, como lo eterno y puro ve, para que en ti pueda consumarse el perdón de los errores, ahora; y, que todos tus dolores, resentimientos, sensaciones de culpa, miedos, egoísmos, etc, ardan en el fuego de la purificación, y sólo quede por siempre el Amor.

   Pon toda tu intención en Dios y solicita Amar como Dios Ama. Despreocúpate. Ten fe. Todo te irá bien. En la tribulación serás salvo según te desprendes de inercias personales; porque, te salvas salvando a tu prójimo, tu hermano en Cristo, de esas mismas ilusiones que antes te atenazaban. Invita, pues, con fe y alegría, a tu prójimo a salvar para que también él sea salvo. La eternidad os espera en un bendito presente compartido con Amor.

KHAAM-EL




Todo por y para el Amor de Dios. ¡Eterna Plenitud!

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