sábado, 6 de febrero de 2016

LIBERADORA ENTREGA +


   Intentar mejorarse implica minusvalía anterior, mientras que tener prisa acaba en demora por los errores que ésta acarrea. Entrega tus pretensiones. No conviertas el presente en una encrucijada de pretéritos y futuros de incierto signo, porque hacer del presente un mero entresijo de estresantes acciones de incremento, inevitablemente disminuye la opinión acerca de uno mismo. ¡Craso error este! Porque no reconocerse en lo esencial, en el infinito Amor de Dios, fabrica monstruosos pensamientos de pecado. No busques la luz mañana u hoy permanecerás a oscuras... y si tu pensamiento no es corregido, mañana es nunca; porque proyectas constantemente una acción a futuro que recurrentemente te impide encontrar la claridad que tanto anhelas. Acepta el instante, tal y como ante ti aparece; contémplalo con mirada limpia, sin prejuicios, sin procurar cambiarte o pretender imponerte. Tan sólo decide entregarte a Dios, quedándote confiado, en perfecta paz, en completa dicha... y, una vez en ellas, compartirlas desde lo profundo de un corazón enternecido... sea cual sea la circunstancia, si la miras así, sin reproche ni codicia, con pureza e indefensión... misericordiosamente, se te abrirá al momento el momento del bienaventurado encuentro con Dios; así como una tierna flor despliega, humilde, sus pétalos a la cálida luz del sol, para extender sin impedimentos su excelsa fragancia.

   Entrégate a Dios. Confía. Él sabe como encontrarte. Está esperando, sencillamente, a que se Lo pidas. Deja, por tanto, todos tus fatigosos e insensatos esfuerzos por hacerte grato a Sus ojos y rinde el orgullo de propiciar tu propio mejoramiento. Dios es Amor y lo por Él creado comparte Su perfección. Abjura de tu apego al sueño de separación, maldad y muerte. Pídele a Dios, de todo corazón, la Revelación de la Verdad que uno, desde la creencia en el error, no puede alcanzar jamás. Pídele con el alma toda tu salvación, y Su juicio misericordioso te recordará la inocencia primigenia que en Él posees. Agradécele que quien pide de corazón y con devoción sincera recibe Su Respuesta en lo más íntimo del corazón, en la pureza del alma. Entrégate, agradecido y confiado, sólo a Él, y la Salvación se consumará en tu espíritu, de inmediato, en el presente, ahora... bendiciones. Bendito eres por ser quien eres por siempre en Él. No busques fabricar tu salvación mediante arduos esfuerzos personales. Aunque las más de las veces, desde la pequeña idea de ti, te parezca difícil, en vedad nunca lo fue. Ten fe. Persevera en la fe. Entrega todos tus planes y deja que Dios Mismo venga a ti. El Amor nunca se ha ido, no lo busques por tanto en el tiempo. Dios Es, en toda circunstancia, Luz en la apariencia, ahora... eternamente ahora. Confía. Confía en Su misericordia. Entrega es Salvación. Amén.

KHAAM-EL




Si te entregas a Dios confiando totalmente en Su Amor arrollador, 
Su gracia y misericordia te cubren de bendiciones para llevarte hasta el Cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario