A continuación de este escrito, adjunto el vídeo de una charla en la que ahondo en el sentido profundo de las relaciones; al ser, ésta, cuestión básica para la dicha y la paz, aquí y ahora. Las relaciones que se entablan son la consecuencia de un conglomerado de juicios que representan un pasado perceptivo tomado por presente, ya que una opinión acerca de un suceso (encuentro o desencuentro), es siempre el resultado de otra opinión que se tuvo anteriormente. Semejante entrelazamiento de juicios configura una situación relacional especial, respecto a los miembros que en ella intervienen; complicándose, todavía más la situación, según se quiere arreglar, la misma, desde la parcialidad personal. Más, la introspección honesta ahorra muchísimas ilusiones de momentos dados, de falsas apariencias tomadas por reales; ahorra muchísimas relaciones aparentemente buenas, en principio, y que luego rompen el corazón. Acepta, por tanto, con mente abierta, que el mundo te va a partir el corazón y decide seguir siempre enamorado. Únicamente trascendiendo el apego al particular logro, reconocimiento o beneficio, puede alcanzarse bienestar real y auténtica franqueza en la relación. Sólo la relación santa, establecida en un presente libre de condicionamientos pasados, puede retornarnos a lo eterno, siempre ahora; al deshacer el entramado que se fabrica con la inercia de los hábitos personales de pensamiento.
KHAAM-EL
Desde el Amor toda relación, suceda lo que suceda,
te conduce hacia la plenitud de Dios.
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