jueves, 3 de marzo de 2016

EN DIOS TODO VA BIEN


"Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien».
Los dioses y señores de la tierra no me satisfacen.
Multiplican las estatuas de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en
Tu mano:
me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con Él a mi diestra no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en Tu presencia,

de alegría perpetua a Tu diestra."

                                            Salmo, 15

* * * * *

   Confíale todo a Dios. Dile de todo corazón que obre en ti según Su Voluntad, para Amar como Él Ama. Solícitale con tu alma toda, con sincera y honda intención, con devota y humilde rendición, que te enseñe como volver a Él, y como servirle en Sus designios para el bien de todos. Estate atento a que tu plegaria sea, de cierto, honesta. Y si no tienes claridad, haz aquello que evitabas hacer por la resistencia personal... ante la duda humilla tu resistencia. Da tu vida por entero a ese Amar como Dios Ama... y frente a las reticencias a compartir, dale permiso al Espíritu Santo para que te impela a dar el doble, el triple o el cuádruple sobre la tacañería con la que querías escamotear lo que la Voluntad de Dios te invitaba a compartir. Ten presente las palabras del Cristo en Jesús, reseñadas en Mateo 5, 38-42; “Han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no enfrenten al que les hace mal; al contrario, a quien te abofetea en la mejilla derecha, preséntale también la otra; al que te demande para quitarte la túnica, dale también el manto; y al que te pida que lo acompañes mil pasos, ve con él dos mil. Da a quien te pida, y no des la espalda al que te pide prestado.”  Y, en tu fidelidad, Su infalible Respuesta está garantizada, Su precisa guía contigo va noche y día. Bendito es el que bendice sin cesar. Dios provee lo necesario siempre y concede Su paz ilimitada al que cumple los mandatos del Amor; mientras que el ego, en su disimulada malicia, quita más de lo que ofrece a quien sigue sus tentaciones. No te dejes engatusar por las baratijas que el mundo muestra como grandes e importantes. Mantente vigilante en la humildad. Disminuye tu sed de acrecentarte, porque cuanto más mengua el ego y más amplio es el espacio que le entregas a Dios, mayor plenitud te colma por Su gracia de Unicidad. Refúgiate, pues, en Dios, y regocíjate en el Señor, para que la fe viva arda en tu corazón inflamándolo con la llama eterna del Amor. Vive en profunda gratitud... nada puede ir mal cuando todo está entregado a la Voluntad de Dios. Ya no hay obstáculos en el mundo que puedan desviar a quien, por su entregada disposición de servicio a lo divino, es llevado en volandas más allá de las apariencias y las circunstancias temporales. Por Su gracia infinita, ningún ídolo le tienta. Ni éxito mundano, ni placeres o poderíos, ni tampoco riquezas o fama, tienen ya ningún atractivo para aquel que vive en el Señor. La vida refulge ahora, aun en medio de tribulaciones, en la dicha presente que anticipa la plenitud eterna en la gloria de la Divina Unicidad.


KHAAM-EL



Confía en Dios... deja todo en sus manos 
y sin duda todo ya va bien.
Permite que Él obre a través de ti... 
y sé feliz.





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