No responde jamás el discurso del mundo al anhelo profundo del alma.
Lo transitorio aboca a la desesperación y la muerte,
pues nada sirve realmente en el acopio de lo quebradizo.
Los pasos a la deriva siempre derivan en derivadas de enrevesado destino,
ya que ir al azar de los caprichos agranda el laberinto del sufrimiento a cada zancada.
La argamasa del temor y el deseo sólo sirve para construir decorativas ruinas
que no pueden ocultar por completo su frío esqueleto de inevitable derrumbe.
Buscar vida en lo que perece es un vano intento por obtener dicha en el llanto.
El tiempo sueña engullir a la eternidad con su altanero transcurrir;
cuando es él el que, en el ahora, fue engullido de una vez.
No olvides que soñar o imaginar nunca puede ser cierto en su volátil representación
de imágenes que renquean pretendiendo volar a dichas irrealizables para la losa de lo constreñido
y que, tras el féretro de la carne, ensayan vidas imposibles a las que inscribirles un bello epitafio.
No separes la vida del Amor, inventando identidades de temporaria relación para contigo y lo otro.
Desprenderse de lo que agarra es la Verdad que te hace libre.
En la dación fraterna y bendita, en el canto del espíritu, en la comunión del alma,
te elevas hasta la intimidad con lo santo y perfecto, con lo sagrado y divino...
No duermas más el insensato sueño de lo aparente.
¡Despierta! Retorna a lo íntegro, a lo sutil y bienaventurado, ahora... eternamente.
No escindas tu Amor entre partes de especial apariencia u odiarás el resultado.
Comparte sin medida la alegría de ser en lo indiviso y tus lágrimas acabarán de inmediato.
Comprende...
se divide y fragmenta el corazón entre aspectos contrapuestos que sólo traen angustia e infierno
cuando tiene ansia febril de personal conquista.
Rendir la propia lucha trae auténtica y definitiva victoria.
Cuando nada se quiere ganar es imposible perder.
Todo es sin esfuerzo particular... la gracia te alcanza si no la rehuyes con la cerrazón del logro.
La abundancia de lo esencial se mantiene compartiéndola con generosa entrega.
El Cielo es completitud; el averno, incertidumbre y discordia.
Confía.
Sólo lo infinito colma el profundo anhelo del alma sin necesidad alguna de discursos mundanos.
No te ningunees ninguneando a la vida creyéndola limitada por el tiempo y el espacio.
Abre tu mente a lo inimaginable. Ten fe.
Vive sin miedo. Atraviesa todos los ataúdes.
¡Luz! Liviandad insospechadamente jubilosa. ¡Transparencia infinita!
¡Resucita! ¡Grita de júbilo!
Canta... Canta... ¡Canta de puro gozo!
En el Amor... Dios.
En lo desprendido... Dios.
En la gratitud... Dios.
En el ahora... Dios...
... aquí, siempre aquí... Infinitud... Dios.
Profundo anhelo del alma colmado con creces.
¡Aleluya! Lo eterno trae plenitud y verdadera vida... Dios... Amado Dios.
Amén.
KHAAM-EL
Sumérgete ahora, aquí, en la bendición universal que colma de júbilo el anhelo del alma con el infinito Amor de Dios.
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