viernes, 4 de marzo de 2016

PLEGARIAS DE ENTREGA PARA VIVIR EN DIOS

   Si reconoces -con humildad- que, muchas veces, a la mínima de cambio te desvías, sin apenas apercibirte en un principio, del estrecho camino que conduce a realizar la Voluntad de Dios, te invito a que, en cuanto puedas -con prontitud-, rectifiques, encomendándole tu vida a El, a través del Espíritu Santo que nos devuelve a Su vera. Tan sólo ten sincera intención de propósito, pídele de todo corazón servir a Dios y perdonar en Su Amor... hazte a un lado y confía. Y para facilitar la constante atención en seguir los mandatos del Amor y vivir en Dios, te exhorto a que con la gratitud de una espera consumada por la fe, ores, si gustas, cada mañana al levantarte, así:
   -¡Oh, Dios! que mis pensamientos sean siempre tu Palabra de Vida eterna y Plenitud, y mis acciones sean siempre expresión viva de Tu Voluntad, para así retornar al Cielo junto con mi prójimo; y, que durante este regreso, amemos como Tú Amas. Por ésto, en este día que empieza, lo primero que Te pido es: -envíame al Espíritu Santo para que, mediante la relación santa, me enseñe a compartir el Amor verdadero. Te pido Amar como Tú Amas, y servir a Tú plan de salvación, según sea Tu Voluntad respecto a mí para el bien de todos. 

   Y cuando llegue la noche, después de una jornada dedicada a Dios, te invito también a que antes de dormir ores a Dios con devoción y calma, en lo íntimo de tu habitación, de la siguiente manera, si te resuena:
   -Gracias ¡oh, Dios! por este día que he pasado en Tu compañía a través del Espíritu Santo que, por Tu misericordia, enviaste a todo aquel que ante Ti rinde su orgullo. Si en algún momento no he amado como Tú amas y no he escuchado y seguido Tu Voluntad, muéstramelo sin dilación y corrígelo. Que en los sueños que voy a tener durante esta noche, que Tu Santo Espíritu siga enseñándome a Amar como Tú Amas; para que, cuando me levante de nuevo por la mañana, si esa es Tu Voluntad, con redoblado ímpetu, ore y me ponga al servicio en la plegaria matutina, para Amar como Tú Amas; porque, ¡sí! Dios, Tú eres la fortaleza en la que confío. ¡Sí! Dios, Tú me dices, con rotunda claridad, que no hay nada que temer... y, ha eso, digo sí. Tú, me dices, a través del Espíritu Santo, que Tú Voz (la mismísima Voz de Dios) me acompaña durante todo el día... y, a eso, contesto que sólo quiero escuchar esa Voz y ninguna otra que yo pudiera elaborar con el ego. Únicamente quiero pronunciar lo que Tú quieres que pronuncie, y callar lo que Tú quieres que calle; que ya no hable ni calle más por mi propia cuenta, sino que siempre seas Tú, ¡oh, Dios! el que, por Tu gracia y misericordia, se exprese en/a través de mí. Y, entonces, Tu promesa de que todos juntos volveremos a recordar que, en Tu santo Amor y gloria, eternamente estamos sustentados e infinitamente glorificados, al igual que plenamente santificados en/por Tu santidad.
   Gracias, Papi, por ser nuestro Santo Creador, que sólo crea a Su imagen y semejanza, y que en Tu Luz somos todos 'no dos'... unicidad perfecta... comunión ilimitada. Por eso, únicamente, puedo decirte: -¡oh, Dios! Bendito Seas por siempre, Señor dador de vida eterna. Agradezco que seamos, mi prójimo y un servidor, uno Contigo. ¡Alabado seas por siempre! por Tú perfectísima gloria en la plenitud de tu Ser, que nos ha creado plenos, eternos y bienaventurados como Tú.

   Feliz regreso a nuestro Hogar en Dios, santo Hijo de Dios. Hermano en Cristo... Bendito eres en/por Él. Despierta de tu doloroso e inútil sueño de separación, y recuerda la Realidad indivisa del Amor que no conoce tiempos, lugares, nacimientos ni muertes. La Vida verdadera, la eterna y feliz, es tu ser.

KHAAM-EL




Roguemos noche y día por la venida del Espíritu Santo para que nos traiga la gracia del Amor perfecto de Dios y vivir de nuevo en Él.

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