Adjunto tras esta introducción el audio de una charla en la que profundizo en la vital importancia de estar vigilantes en consciencia y actitud, para no caer en las redes del buenismo que aparenta ser lo que no es; ya que su razonamiento oculto dice ayudar, cuando lo único que quiere es conseguir para sí.
¿Qué esperas de tu relación con el prójimo o con el entorno? ¿Esperas algo bueno o algo malo? ¿Anticipas lo que quieres obtener o estás presente para hacer lo debido? ¿Compartes o exiges? ¿Eres honesto o disimulas? Reflexiona, medita, ahonda y resuelve, en favor de estar presente y compartir con honestidad para el bien de todos (Bondad), ya que ésta no es cuestión baladí; porque fingir amar queriendo obtener (buenismo), por muy hermoso que se muestre por fuera, esconde dolor y desprecio en lugar de alegría y verdadera bondad.
Comprende y agradece que la hipocresía (el buenismo antedicho) sea lo más fustigado por la luz del espíritu en la Enseñanza del Despertar de la Consciencia, porque (la hipocresía buenista) es la negación del amor diciendo que ama. Pues, amigo/a -míralo de frente-, si el buenismo (la malicia disfrazada de amor) no obtiene los resultados por él deseados, al poco, por detrás cuchicheará y difamará para insistir en las condiciones de su particular empeño. Así es, el egoísmo altruista sigue siendo el egoísmo visceral de siempre, pero encubierto. Más, la auténtica Bondad, que es inseparable de la Verdad, desenmascara ese perverso sistema de pensamiento, y posibilita la elección en favor del Amor genuino e incondicional.
Confía. Refúgiate en Dios. Descansa en Él. Abandona tus planes personales, despréndete de caretas y disimulos, sé honesto, libera al prójimo de tu ansioso miedo, y se abrirá ante ti el camino de la verdadera Bondad que iluminará tus días y noches con el fulgor constante de la paz de espíritu, que destruirá para siempre a ese miedo cerval que decía querer ayudarte cuando, ciertamente, era tu cárcel e infierno.
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