lunes, 25 de julio de 2016

NO TE DISTRAIGAS CON LO QUE SEPARA, MIENTE *

   Lamentarse y justificar las propias limitaciones como excusa para posponer la alegría y la paz mental es de una cortedad de miras palmaria (por decirlo suavemente). Si de verdad se quiere la Verdad, hay que someter las evidentes mentiras, que se arrogan definir lo meramente supuesto como si realmente fuera sabido, ante la luz de lo incontrovertible y pleno. El preclaro sólo sé que no sé nada socrático, apertura la mente más allá de las burdas explicaciones rutinarias de los fantasiosos intereses personales.

   Indaga allende preferencias y aversiones. Medita tus razones. Frena tus impulsos. Como señala 'Un Curso de Milagros': ¿Prefieres ser feliz o tener razón?. Comprende en esencia y elige de nuevo la feliz evidencia presente de un presente libre de reminiscencias del pasado. No te adhieras a lo que separa, limita, crece, declina y perece. Ahonda en lo sustancial: No soy un cuerpo. Soy libre. Confía. Deja que lo que esté por venir se encuentre exento de las pesadas cargas de los temores y los deseos proyectados. Que el Espíritu de Dios te alce por encima de lo personal y te colme para extender. Comparte la dicha de ser, ahora, aquí. La amargura sólo alejará los milagros de tu vida; cuando, precisamente, son los milagros los que sanan toda amargura.

   Sé humilde, agradece y bendice. Persistir en el convencimiento de que sufrir es condición inherente al alma humana impide la corrección del error original: la creencia de que el descenso del alma a los límites de la forma y el tiempo tuvo significado y lugar. Únicamente la comprensión última de que este confinamiento en la carne es ilusorio, y por completo carente de significado, conduce nuevamente a la consciencia a antes del comienzo de la ilusión de su imaginario descenso carnal, que pretendía, con limitativas razones de particular perspectiva, ascender evolutívamente con arrogante ignorancia especulativa, desde lo miserable a lo sublime (sin saber muy bien como definir y explicar lo miserable frente a lo sublime y sus porqués y para qués), y, desde esa recobrada claridad de consciencia, puede finalmente perdonar de raíz, de una vez por todas, todas las paradojas y contradicciones de una frágil vida constantemente amenazada, que nacía para después morir, y que se alimentaba para volver a tener hambre, y que se esforzaba para descansar, y que combatía para hallar paz, y que obtenía para no perder, y que se relacionaba para no sentir soledad... Más ahora, sin distracciones de particular deseo, sabe que servir a Dios y no al ego, a lo eterno y no a lo temporal, a lo universal y no a lo personal, al ser y no a la apariencia, a lo esencial y no a lo circunstancial, es la vía segura a la salvación... para ese bienaventurado encuentro interior con el incondicional Amor de la infinitud del Ser.

   Recuerda: Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En ésto radica la paz de Dios. ('Un Curso de Milagros'). Sé constante... practica y aplica... no te distraigas con lo pasajero, lo que separa miente... aplica y practica... mantente atento, la Verdad es sin opuesto... nada puede ir mal. Bendiciones.

KHAAMEL




Mantente vigilante y Ama.
Sé desde la quietud del espíritu comunicación veraz.
El Espíritu de Dios es Uno y nos plenifica en Él.

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