"Váyense y huyan de Ti (Dios) los hombres intrigantes y perversos. Tú los ves y los puedes distinguir hasta en las sombras. todo entorno suyo es hermoso, sólo ellos son grotescos. ¿Pero en que te han hecho daño? ¿Qué menoscabo han podido ocasionar a tu mandato, que es justo e inviolable desde el alto cielo hasta el más hondo abismo? ¿Adónde escaparán cuando huyan de Ti, pues te hallas en todas partes? Huyeron para no verte y Tú los ves a ellos, pues ciegos como estaban, tropezaron Contigo, que no abandonas nada de lo que has hecho. (...)
No se dan cuenta que Tú estás en todo lugar y que nada te limita y que estás presente incluso a aquellos que escapan lejos de Ti. Que vuelvan a Ti y te busquen y se darán cuenta de que Tú no abandonas tus criaturas como ellas te abandonan a Ti. Que se conviertan y te encontrarán en sus corazones. Sí, en los corazones de todos aquellos que te confiesan y se abandonan a tu misericordia, en los corazones de todos aquellos que han dejado el camino extraviado y derraman sus lágrimas sobre tu pecho. Y Tú, amable, enjugas sus lágrimas de gozo, porque ahora no es un hombre de carne y sangre el que les repara y consuela, sino Tú, Señor, el que lo hiciste.
Pero ¿dónde estaba yo cuando te buscaba? Tú estabas delante de mis ojos, pero yo me había alejado de mí mismo. No podía encontrarme, ¿cómo podía encontrarte a Ti?"
'Confesiones' - San Agustín
¿Has encontrado en tu interior la fuente de agua viva o sigues buscándola en manantiales resecos?
¿Mantienes el paso en la senda estrecha que conduce a la Verdad o giras según soplan los vientos?
¿Estás con Dios o con tus sueños?
¿Has dejado pasar el pasado para siempre estableciéndote en el presente lleno de fe?
¿Defiendes con denuedo el arrogante yo o se lo entregas a Dios con humildad?
¿Bendices o, en cada tropiezo, en lugar de elegir de nuevo, imprecas y maldices?
¿Confías con honestidad y mansedumbre en la misericordia de Dios o crees en tus propias fuerzas?
¿Quién eres? ¿Dónde te encuentras? ¿Adónde te diriges?
¿Perseveras con paciencia y generosidad en el júbilo de Dios?
¿Quieres tener razón en tus lágrimas o reconoces su arrogancia y te dejas consolar por Su Amor?
¿Has rendido tu intolerancia, abriendo tu mente a la Voluntad de Dios que no transige con ilusiones?
Medita. Profundiza. Ora.
Cuestiona tus creencias y opiniones, separándote de lo separador, dudando de tus dudas engreídas. Ahonda en tus plegarías e indaga en la indagación... escucharás, entonces, en tus silencios, la dulce Voz de Dios, y contemplarás con interna e infinita Visión, sobrecogido y agradecido, lo esencial e imperceptible a los sentidos. Aléjate de las distancias, afirmándote en la afirmación de la plenitud la esclavitud de la carne da paso a la libertad del espíritu. No temas. Sé feliz... únete con lo que es Uno... tú, yo, todos, somos, real y eternamente, Amor en/de/con Dios.
¿Dónde estás?
¿Con el Amor?
KHAAM-EL
Según se piensa y cree se experimenta...
¿Estás en la adoración y gratitud a Dios o en la queja y el resentimiento?
No hay comentarios:
Publicar un comentario