ENCUENTRA LA MÚSICA EN TU INTERIOR

   No construyas tu hogar en solares de transitoria y quebradiza urdimbre. Pretender siquiera morar en un castillo de arena es insenato y pueril; por muy hermoso que éste sea, no hay forma posible de vivir en él.

  Contempla el mundo a tu alrededor y date cuenta de su transitoria y quebradiza urdimbre. Observa con honesta atención tu propio cuerpo y evidenciarás lo mismo... has de mirar en tu interior para dejar de escuchar el canto fúnebre que el cansino trasiego mundano reitera machaconamente en tus tímpanos... has de mirar en las profundidades de tu mente, atravesar tus encastilladas defensas ahondando, con firme decisión, hasta ese toparse con el final de los pensamientos y su perceptiva justificación. Ahí, en ese ámbito sutil, la vida es Vida... y, ésta, se abre por completo en ti exhalando el perfume de lo eterno y su ilimitada hechura... te canta con un Amor inusitado Su bienaventurada Música plena de luz, de liberadora luz, que deshace toda congoja o aparente limitación. 

   Encuentra esa desbordante Música en tu entraña, déjala que en ti suene para elevar al alma allende el mundo, y, por favor, no te compares en Su expresión con la expresión de la Misma en tu prójimo o te perderás de nuevo, muy a tu pesar, en la superficie de lo transitorio y quebradizo. No construyas sueños futuros de encastillado éxito y vive el presente en puro canto agradecido, en la dicha sosegada del ahora, en la paz feliz del no-tiempo... construye tu hogar en el corazón limpio del presente y sé un canto amoroso y desprendido manifestado con espontánea e inocente sencillez... canta, canta y canta, desde el espíritu inmortal. Que la Música de tu canto sea la expresión viva del Amor. Déjate fluir. Permite que el Amor construya puentes de invisible pero robusta comunión con tus semejantes. Canta sin necesidad de cantar por reconocimiento o aplauso y hasta afónico, mudo o tartamudo, tu canto será Canto, y llegará a ser escuchado por todos los corazones abiertos y receptivos en todas las edades y distancias que el tiempo parezca fabricar... porque no hay canto más bello y eterno que compartir la dicha de Amar, la dicha de Ser... Y nunca más la pena, ni los altibajos emocionales, de pretender construir un hogar imposible en las arenas del tiempo.

KHAAM.-EL

   

La Música...  encuéntrala en tu interior... 
esa bellísima Música del Alma que te recuerda la Infinitud del Amor... 
y nunca más el apego al sueño de la muerte.