sábado, 25 de julio de 2015

LO QUE UNO ES

   Siempre que la mente divaga entorno a ideas particulares pasa por alto la sencillez del instante actual. Recapacita. No te distraigas con nimiedades de aparatosa justificación. Caer en la dispersión de la atención plena al presente socava las bases de la dicha al conducirte por derroteros de frágil consistencia anímica. ¿Para qué escaparse a imaginarias situaciones mediante elucubraciones si nada aportan de importancia? Porque lo verdaderamente importante ocurre, sin duda, en el presente... ahora, nunca después ni tampoco antes.
Fotografía: www.elefectogalatea.com

   No justifiques ninguna emoción poniendo el poder afuera para eludir la responsabilidad de tus propias decisiones. La clave se encuentra en ti, jamás en lo externo. Tienes como se señala en la lección nº 152 de Un Curso de Milagros el poder de decidir. Abandona para siempre las fáciles excusas de apreciar la dificultad como algo que te sucede, porque no hay mayor contradicción que caer en rutinarios hábitos de pensamiento buscando experimentar algo que sea totalmente nuevo. No te dejes seducir por las elaboradas estratagemas eoicas de estéril proyección. Has de permanecer muy alerta en tu mente porque la llave de la felicidad y de la paz mental se encuentra en ella, nunca afuera.

   No te pierdas en el tiempo y sus imágenes de fascinante factura. Ábrete a lo insospechado, a lo no calculado ni sopesado. Déjate sorprender por lo inimaginable para que sólo quede lo real. Sin expectativas ni reproches eres libre de una idea muy pequeña acerca de ti mismo al no caer en hábitos de divisora mentalidad, porque lo que califica, compara y fracciona se empequeñece buscando lo contrario. Deja ya de buscar para no hallar. No culpes a nadie de nada. Abandona, pues, todo anhelo de alcanzar ser grande por comparación y quédate sereno y confiado aquí y ahora, permite que la dicha de ser te inunde por completo desechando cualquier pensamiento que quiera sacarte del instante que vives, que es, que eres en perfecta unicidad,... nada hagas excepto eso, y todo se desplegará ante ti de manera natural, sin esfuerzo ni dificultad alguna por tu parte porque, ahora, vuelves a ser infraccionado. Sí, todos nosotros somos no dos porque la Divina Unicidad no está separada de nada ni de nadie.

   Infinito es lo que es, siendo lo que es inmutable en su esencia... nada puede perturbarlo, por eso tus cambiantes emociones no son más que una ilusión efímera sobreimpuesta a ti, sin sustancia alguna, que no altera para nada lo que realmente es tu verdadero Ser... pura consciencia plena... y no hay más llave para ser feliz que reconocer lo que Uno (sin opuesto) Es.

KHAAM-EL



Vuelve a la paz de Espíritu...
 a la plenitud del Ser.




No hay comentarios:

Publicar un comentario