miércoles, 8 de julio de 2015

MARY BAKER EDDY (Reedición actualizada)

 Mary Baker Eddy fue una sanadora y reformadora espiritual cuyas ideas innovadoras acerca de la fe, la verdadera ciencia y el espíritu, pusieron en cuestión las creencias religiosas de la sociedad norteamericana de fines del siglo XIX y principios del XX. Su dedicación y amor por la Biblia junto a varias vivencias del espíritu le llevaron a experimentar una profunda transformación espiritual, que fue la base para, desde esa experiencia viva de lo inefable, santo y genuinamente amoroso, extender con valiente convicción un mensaje de unicidad señalando, sin ambages ni remilgos, que la vida es del espíritu (que es de Dios), y no de la carne (que es nada). Un verdadero regalo para el despertar del sueño de la muerte.

   Mary Baker Eddy dio numerosas charlas y conferencias a lo largo de su vida, escribió numerosas obras como por ejemplo: La curación cristiana, La unidad del bien, No y Sí, Ciencia y Salud, entre otras. Por ello es una figura clave en la Enseñanza de lo esencial. A continuación de su libro Ciencia y Salud (probablemente el más significativo y clarificador de toda su obra) transcribo unos breves extractos sitos en las pags. 76, 6-33;  77, 5-13 y  78, 31-35:

   '"Cuando el ser sea comprendido, se reconocerá que la Vida no es material ni finita -que es Dios, el bien universal; y la creencia de que la vida o la mente estuvo alguna vez en una forma finita, o el bien en el mal, será destruida. Entonces se comprenderá que el Espíritu nunca entró en la materia y, por tanto, nunca fue resucitado de la materia. Cuando el hombre haya alcanzado la existencia espiritual y la comprensión de lo que es Dios, no podrá comunicarse más con la materia; ni podrá retornar a ella, como tampoco un árbol puede retornar a su semilla. Ni parecerá el hombre ser corpóreo, sino que será consciencia individual, caracterizada por el Espíritu divino como idea, y no como materia.
  Las creencias de sufrimiento, pecado y muerte son irreales. Cuando la ciencia divina se comprenda universalmente, no tendrán poder sobre el hombre, porque el hombre es inmortal y vive por autoridad divina.
   El gozo sin pecado -la perfecta armonía e inmortalidad de la Vida, que posee sin límites la belleza y bondad divinas, sin un solo placer o dolor corporal- constituye el único hombre verdadero e indestructible, cuyo ser es espiritual. ese estado de existencia es científico e intacto -una perfección que pueden discernir sólo aquellos que tienen la comprensión final del Cristo en la Ciencia divina. La muerte jamás puede apresurar ese estado de existencia, porque hay que vencer a la muerte y no someterse a ella, antes que aparezca la inmortalidad.
  (...) La existencia continuará siendo una creencia del sentido corporal, hasta que se alcance la Ciencia del ser. El error trae consigo su autodestrucción, tanto aquí como en el más allá, porque la mente mortal crea sus propias condiciones físicas. la muerte ocurrirá en el próximo plano de la existencia como en éste, hasta que se alcance la comprensión espiritual de la Vida. Entonces, y no antes, se demostrará que 'la segunda muerte no tiene potestad'.
   (...) El Espíritu bendice al hombre, pero 'de dónde viene' no lo puede decir el hombre. Gracias al Espíritu los enfermos son sanados, los afligidos consolados y los pecadores reformados. esos son los efectos de un solo Dios universal, el bien invisible que mora en la Ciencia eterna.".

* * * * *

   La enseñanza esencial, la del despertar de la Consciencia, es siempre la misma aunque se exprese de diferentes maneras a través de múltiples mensajeros de la plenitud del Amor en Dios, en la Divina Unicidad, en el Tao, en Brahman, en el Absoluto, en Nirvana... Como muy certera y lúcidamente nos muestra Mary Baker Eddy, nosotros somos realmente del Espíritu y no del cuerpo, somos de la eternidad y no del tiempo, somos de la Verdad y no de las apariencias vanas, somos del Ser y no del ego, somos de la plenitud y no de la división. La muerte no puede agarrarnos en lo esencial, en la Ciencia Sagrada del Espíritu Indiviso... despertar mediante la entrega del apego al ego, de nuestro supuesto yo especial, dándonos generosamente en la acción inegoísta nos restituye a la Luz, al brillo universal e inefable de la Divina Unicidad, al santo y bienaventurado júbilo de morar en el Corazón infinito de Dios.

KHAAM-EL 



Déjate bendecir por el Espíritu 
no asiéndote a los sueños de un mundo efímero
y cumple tu misión de Amor.





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