Vive con sencillez. Confía. No le añadas cercas a tu mente o creerás haber dividido lo indivisible... pensar que tú eres tus pensamientos te fracciona imaginariamente en esos mismos pensamientos que todo lo enjuician. No hay definición que pueda abarcarte ni límite que te separe de la unicidad de la mente excepto en sueños.
No elabores distinciones, creencias y paradojas de engreída razonabilidad personal, porque no hay posibilidad real de escindirse de lo indiviso; sencillamente contémplalo todo desechando cercados, límites, muros y fronteras de ineficaz justificación, no quieras mantener conceptos y teorías de inestable consistencia para intentar tener razón en medio de una profunda ignorancia; tampoco vale la pena desvivirse por lograr 'imaginar correctamente' en un fútil intento de aprehender lo que a todas luces es, con seguridad, inimaginable. El mundo y sus fronteras nada pueden darte que ciertamente tenga valor. No te busques en él o llorarás.
Quédate exactamente donde estás, en el centro mismo de la mente. Ora con el corazón entregado a Lo Inefable y... vivencia, de nuevo, tu transparencia e ilimitud en Ello... nada puede, en verdad, limitarte; no hay censura ni culpa que tengan que reprenderte en ese centro infinito del alma, ni siquiera existen esos pensamientos que por un fugaz instante, como acaece en los sueños profundos, llegaste a imaginar que eran tú.

No confíes en la desconfianza ni temas al temor. Niega lo que te niega y cerca todas las cercas, para que todas ellas desparezcan en el espacio abierto de tu mente infinita unida al corazón... esa mente limpia y pura como la luz, eterna y plena como el Amor, bienaventurada e indivisa por siempre en Dios.
KHAAM-EL
Confía en el amoroso milagro que en ti mora
y que se extiende disipando dolores y angustias.
y que se extiende disipando dolores y angustias.
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