miércoles, 22 de julio de 2015

DILE ADIÓS, SIN PESAR, A LO CONTRADICTORIO *

  Seguir contradicciones inmoviliza en una franja muy estrecha de la mente. Ir hacia lo que que acaba es acabar de antemano y querer detenerse en lo impermanente sólo es un absurdo que se autoproclama lógico. Ahonda en lo evidente y comprende que en tiempo y forma nada real encuentras, por lo tanto nada definitivo consigues. Únicamente cabe no agarrarse a lo que se desvanece y vivir con consciencia plena en medio de todas las contradicciones perceptivas que el sistema de pensamiento egoico fabrica. Ser sin futurizaciones proyectadas desde un ensoñado pasado es la decisión congruente, honesta y valiente, ya que sopesar y sopesar, dudar y dudar, elucubrar y elucubrar, no conduce a ninguna parte; agotando, sin remedio, al que así piensa por guiarse compulsivamente con el frenesí de girar y girar sin cesar en un mismo punto, queriendo que le lleve a un lugar diferente; porque, es evidente, que seguir un razonamiento circular paraliza por mucho que uno se mueva en él.

   No te marques plazos ni hagas planes de personal factura. Aquiétate y no fabriques más contradicciones. No seas tibio ni te dejes distraer por la desidia. Si de verdad quieres Amor, has de Amar. Si con honestidad ansías libertad, has de darla. Si de cierto anhelas ser feliz, has de compartir felicidad. Si con franqueza quieres la verdad, no puedes negarla con equilibrios de alambicado sopesar. No caigas en lo absurdo de las contradicciones y medita, en profundidad, hasta que no se justifique a ninguna.

   Las puertas del Cielo parecen estar cerradas para todos aquellos que aspiran a traspasarlas sin abandonar sus egoicos deseos o no terminan con otras búsquedas alternativas. La luz pura del espíritu les es esquiva a todos los que la quieren hallar manteniendo reproches y quejas en sus vidas. El significado esencial de todo se torna nebuloso para quienes, tan sólo, pretenden el mero disfrute de lo superficial e intermitente. La confianza en la Providencia provoca escepticismo, únicamente, en aquellos que exigen o imploran que todo vaya como ellos pretenden. La dicha y el gozo de Ser no son experimentados por quienes se encastillan en razonamientos de particular significado.

   Dile adiós, sin pesar, a las contradicciones. Ríete del conflicto  que quiere entender la paz desde sus propios términos (el ego) y haz las paces con la vida toda (Amor). Únicamente, lo inequívoco (el Amor) da verdadera libertad en la certeza de la plenitud e la Divina Unicidad... Y comprende que, lo sin error, sólo se encuentra allende los conceptos y rutas sugeridas por un mundo efímero. No pienses qué has de pensar para tener correcto pensar y reposa en la calma infinita del ahora, en la quietud inefable del corazón entregado... las señales aparecerán, de forma natural, con infalible precisión conduciédote hasta el Cielo. No necesitas buscarlas ni fabricarlas... sencillamente, te acompañan en la serena claridad del silencio interior hasta la infinitud substancial del Espíritu.

  Despreocúpate por completo... sigue la inequívoca señal que perfila la paz mental, la sosegada pureza del alma; porque ella, indubitablemente, sí, te guía, sin innecesarios retrasos, adentro del Cielo. Sí, disuelve, por completo, en su luz resentimientos y quejas. Sí, concede la sublime y constante vivencia de lo esencial. Sí, otorga la certeza de la generosa garantía de la Providencia. Sí, trae, con presteza, la inequívoca experiencia del gozo de Ser.

   No te desvíes de la interna senda y sigue, libre de contradictorios anhelos, la paz de espíritu que en ti palpita...

KHAAM-EL



Vive en la quietud interior 
y dile adiós a lo contradictorio.





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