domingo, 5 de julio de 2015

ABRE TU MIRADA LA LUZ

   Descansa arropado por la luz,
No hay oscuridad
que pueda agitar tu ánimo
si confías
en lo benigno del fulgor
que brilla en tu alma.

Sube desde el silencio interior
hacia lo inconmensurable
enrraizándote en el presente
como un árbol
robusto y lleno de vida
que acoge a quien a su vera llega.

    Sonríe aún a pesar de las lágrimas que quieren anegarte con despiadados argumentos de desesperación. No creas a la verborrea implacable del temor ¿Por qué lloras no llorar? Comprende que haces eso cada vez que dudas de la dicha y de la paz interior. Si hay luz, la oscuridad completa jamás es posible; por tanto, quédate completamente en la luz y nunca más la oscuridad.

  Confía en la paz que deshace cualquier angustia y en la inextinguible luz que trae consigo, disipadoras de toda tenebrosidad e incertidumbre jamás proyectadas en el transcurrir del tiempo, al arroparte dulcemente en el presente ilimitado del alma pura.

   No busques buscar; busca encontrar, y ya está resuelto al instante. No te preocupes por lo que no está, pues todo aquello que precisas lo tienes siempre ahora... En este día hermoso. En esta noche brillante. Abre tu mirada a la Luz... contempla lo infinito al no limitarte con pensamientos limitantes. Hondo, muy hondo, en la consciencia pura... la bienaventurada infinitud del Ser. No hay mayor autoengaño que creer que se puede lograr lo inefable justificando su contrario. El Espíritu y la carne son antagónicos, o estás libre en uno o sueñas tu doloroso aprisionamiento en la otra. Decide. No puedes estar pendulando entrambos sin sufrir. La carne finalmente te lo quita todo mientras que el espíritu es tu ser, tu eternidad gozosa y tu ilimitud, y en él la totalidad es indivisa. Responsabilízate del resultado de tus decisiones y resuelve, ahora, en favor de lo eterno, de lo santo... el bienaventurado recuerdo de la plenitud te está esperando en lo más hondo de ti.

   Quédate presente, totalmente presente en consciencia, y contempla como la Luz asciende desde tus profundidades hasta el infinito, tocando tu corazón con su dulce y bendita paz que a todos incluye... Sí, estate presente, agradecido y presente, bien presente... totalmente agradecido... hasta que sólo quede Luz., la Luz de la Divina Unicidad... hasta que sólo haya paz, la incontestable  y esplendente paz del Amor Indiviso.

KHAAM-EL



Estate presente, de verdad, hoy...
ahora... siempre...
La Luz del Ser brillara esplendente.





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