martes, 12 de enero de 2016

SER IMPECABLE *

   No dejarse embaucar por la transitoria proyección de una mente embaucada a su vez por el sueño de lo personal, nos apertura la impoluta Visión del espíritu, resplandeciente y bienaventurada en la eterna luz del Amor. No desfallezcas... Mantente atento. Ten paciencia. Hay que ser perseverante en la meditación y el entrenamiento mental, para poder discernir las ilusiones de lo real. Confía. Persiste. Ahonda... de súbito, en ese impecable recto pensar, lo irreal se desvanece sin grandes padecimientos ni extremadas convulsiones, tal como el humo se desvanece en el aire o el calor del sol disipa la niebla.

   No ser un cuerpo es una bendición compartida, una impecable comprensión que trasciende la propia mente y cualquier viso de separación. Y ser impecable en un aparente mundo de pecado y horror es perdón en acción; al decidir, con consciencia y disciplinada actitud, no dañar al prójimo con aquello que a uno parece hacerle sufrir, ni tampoco perjudicarlo con seducciones de particular propósito... y, tras la intensidad surgida de esa resolución activa de interna quietud y desprendido compartir, toda la Luz del Amor colma de dicha el alma, al no ver los intereses del prójimo separados de los de uno.

   Ser impecable es ser tú mismo en verdad; no lo que imaginas ser tú mismo desde la personal idea de ti, sin sombras del pasado entenebreciendo tu devenir ni justificaciones que lastren el presente con vanos pensamientos. Ser impecable es vivir soltando el apego al personaje que uno parecía ser junto a sus controvertidas fragilidades de deseosa ansia. Ser impecable es saber que no es necesario apoyarse en los discursos de pasajero y traicionero soporte que el mundo, en su vanidad, ofrece y vende, para apoyarse en la integridad de la palabra que ofrece concordia, verdad, alegría y Amor. No te distraigas con cuentos de fantasiosa índole... sé humilde... estate atento y satisfecho en lo inmediato. Agradece la dicha del instante presente no mancillándolo con egoísmos ni proyecciones. No vendas tu alma al diablo (el ego) por comprar éxito, poder, riquezas, placeres o cualquier otra cosa o relación mundana, porque perderás tu ser en sueños que trocarán pesadillas. Permanece en lo que eres... ser tú mismo sin falsedades es no asentarse en nada ahí afuera, al no anhelar expectativas especiales ni hacer un ídolo de nadie, incluyendo las ideas personales acerca de ti mismo. Ser impecable es sustentarte en tu Creador, confiándole todos los pensamientos y proyectos, haciéndote a un lado y esperar, confiando y en paz, Su segura Respuesta. De esta manera, ahora, tu acción es realmente total, completa, íntegra y liberadora, pues permites que tu corazón quede desnudo ante la Verdad, receptivo e indefenso; atravesando todo temor a que pueda sentirse herido; viviendo con jubilosa actitud cualquier suceso; permitiendo con tenaz constancia que sólo la fortaleza de lo santo y eterno lo sostenga; desechando protegerlo de posibles peligros o adversidades invocando al Amor de Dios. Y ¡oh,milagro! Naces de nuevo, al desprenderte de las defensas con las que te resguardabas del miedo y la autodegradación. Ahora, por la Gracia, recuerdas tu auténtica Identidad: Pura, Eterna, Amorosa, Bendita y Feliz.

   Cuando permites que tu corazón agradecido se rompa, de puro Amor, solicitando la Verdad de quién eres y quién es también tú prójimo, facilitas, en ese Amor, la eclosión, desde lo más profundo de tu sueño, del inmortal espíritu que eres y que tu prójimo es, en esencia y en verdad, junto contigo. No te demores más persiguiendo ilusiones de dolorosa recurrencia... Deja que el fuego de la Verdad prenda en tu corazón y queme todo resquicio egoico para que sólo quede la impecabilidad esencial de la plenitud de la Divina Unicidad... Expresa esa llama con convicción... nada puede ir mal, cuando lo que creía en el mal se desvanece como el humo... ¡Bendiciones! Ahora de nuevo la paz de Dios mora en tu corazón y, en esa impecabilidad recordada, reside la salvación que parecía esquiva y tanto anhelabas... Ahora tu perdón es total, sin ningún obstáculo que pueda evitar consumar tu destino de infinitud.

KHAAM-EL



Medita... Recuerda... Despierta... 
la vida, la verdadera vida, no es del cuerpo; sino del espíritu. 
El tiempo y sus formas son mera ilusión. 
El miedo no existe. 
El deseo carece de significado. 
Vive desde la pureza del corazón. 
Todo es esencialmente impecable, siempre aquí y ahora...
 Verdad... Amor...  Felicidad... 
Santidad... Luz... Hermosura... 
Paz... Eternidad... Plenitud.




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