Adjunto a este preámbulo el vídeo de una charla en la que profundizo en la idea de que la única manera de alcanzar auténtica felicidad es darse cuenta que hay gran incongruencia en la arraigada creencia de poder alcanzar dicha mediante la fabricación de un mundo percibido por el tamiz de los limitados sentidos como la justificación para un dolor y pena internos que han de ser paliados. Sólo no dándole significado a la necesidad de morar en un mundo fabricado a nuestra exclusivista medida permite experimentar, sin cortapisas, la auténtica y perfecta felicidad. Esta es, sin duda, la vía más rápida para alcanzar la libertad por encima de los pensamientos de separación que diseñan lo percibido. Ahonda. Reflexiona con profundidad: circunscribirte a la identidad personal en un cuerpo es ser esclavo de la percepción que tu mismo fabricas. si le das a la percepción el poder de dirigir tu vida jamás puede hallarse verdadera libertad y, sin ésta, no hay verdadera felicidad. No le des, por tanto, crédito a tus consideraciones particulares y ahonda en la infinitud de la Consciencia para dejar de fabricar todo aquello que te limita y hace sufrir por el apego a unas cuantos deseos de efímero logro. Permanece feliz ahora, no dándole significado a las diferencias surgidas de una idea pretérita de insubstancial validez en la intemporal realidad. Haz como señala 'Un Curso de Milagros' que este año sea diferente haciendo que sea lo mismo... retorna la división a la unicidad en el propósito cotidiano de tu vivir. El pasado pasó y nunca está aquí ni ahora... lo que consideras, desde la identidad personal de un cuerpo, como futuro sencillamente es una repetición de ese pasado que nunca está presente; luego el futuro tampoco está nunca aquí ni ahora. Vive confiado y feliz en el presente que siempre es aquí y ahora. Deja de fabricar ilusiones. ¡Despierta! El tiempo acabó en la plenitud del ahora.
KHAAM-EL
La percepción engaña. No creas irreflexivamente en ella. Trasciende las limitadas fabricaciones que te limitan no significándolas una y otra vez. Detén tu angustiosa e inestable inercia de pensamiento y sé en verdad feliz.
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