DESENMASCARAR LO EMBAUCADOR ES EL FIN DE LA MENTIRA +

   La Verdad permanece inmóvil, en el aquí y ahora, no entra a lidiar con las ilusiones y las mentiras. Sencillamente desenmascara los embustes, si se lo permites, usando las propias ilusiones y mentiras contra sí mismas; para que, por su entrechocar de absurda idiotez, suceda el perdón, mediante el cual se abandona el fatal apego al conflicto surgido de la creencia en cuerpos e intereses separados. El embaucador desenmascarado es el fin de la mentira. Embaucar al embaucador lo desarma. Por eso, para que la Verdad resplandezca en un mundo de engaños, el engaño mismo ha de ser engañado; la negación, completamente negada; y la ilusión -que se tomaba por real- reconocida en toda su inconsistencia, cegando a la ceguera con su propia invidencia... porque, obviamente, la oscuridad oscurecida por completo desaparece en su nada ('una espina usada con destreza ayuda a sacar la espina en uno clavada, para después, una vez extraída, soltar ambas' como sabiamente señalaba Sri Ramana Maharsi). 

   No niegues tu plenitud esencial o padecerás el sueño de la muerte. Despierta de ella y niega lo que niega la dicha de ser inseparable de la Divina Unicidad, pues lo que niega la Verdad de lo sin opuesto ha de ser negado con consciencia y no sólo superficial o aparentemente. La maldad ha de ser maldecida para que la bendición universal sea de nuevo experimentada. No caigas en la tibieza ni seas pusilánime; la malicia, que en su esterilidad nos deja famélicos y con una angustiosa sensación de desamparo, no repara en revestir su egoísmo de aparente altruismo, mediante el cual saca particular provecho sin dar verdadero fruto. Por ende, no hay otra, la maldad, junto a su ladina doblez, tiene que ser totalmente desenmascarada de su postizo rostro de bondad (la falacia del buenismo o falsa empatía) encubridor de sequedades, personalismos y traiciones. Por lo antedicho, el Cristo en Jesús nos dio la siguiente enseñanza con un rotundo y claro gesto de milagrosa enseñanza: " Por la mañana, cuando regresaba (Jesús) a la ciudad, tuvo hambre. Y al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no halló en ella sino sólo hojas, y le dijo: nunca jamás brote de ti fruto; y al instante se secó la higuera." Mateo, 21:19. Sólo lo que generosamente, en su tiempo, da abundante fruto para compartir es amoroso, sino de nada sirve. Y lo amoroso, lo que sirve, hermana y nutre, nos conduce a la presencia de Dios por la bendición que extiende en su simplicidad fraternal.

   Mantente firme en recto pensar. No escuches ni te arredres ante lo que sólo pretende beneficio personal a costa de los demás, intrigando con solapada maledicencia, sin compartir nada e, hipócritamente, aparentando que sí; confundiendo el lucro y el éxito mundano con lo fundamental. Ese es satanás, el mentiroso, el desleal, el ego, el que seduce para extraviar, el disimulado y el gran tergiversador, la falsa identidad que quiere suplantar lo por el Amor de Dios estipulado. Escucha sólo la Voz de Dios en ti; no temas... Dios Ama, no conoce lo mendaz, por eso donde hay Amor hay luz, anchurosa claridad de consciencia, plenitud de Ser... en Su radiante creación nadie acumula para sí, sino que comulga en espíritu porque no existen separadas identidades personales. La mente es una; no hay tal cosa como mentes separadas, es ilusorio. Por eso, cuando te encuentres en adversidad, denostado, en una situación incómoda o confusa, no arremetas contra ella ni huyas. Estate vigilante. 'No te resistas al mal', concédele cuerda sin implicarte, mediante la no justificación de la maldad y sus motivaciones todo se pone finalmente en su sitio. Sé sencillo, más no insensato; deja que se confíe en su venenosa doblez, y, la malicia, ella sola, acaba ahorcándose con la cuerda que iba a usar para ahorcarte. Su propio veneno la aniquila si no tiene donde inocularlo. Ya lo dijo el Cristo en Jesús: "os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos (observadores) como serpientes e inocentes (sencillos) como palomas." Mateo. 10-16.

   Ten siempre claro que lo esencial y crucial es el 'desde donde' actúa y se relaciona uno. La malicia en su insaciable codicia engulle todo lo que puede, su ciego apetito la devora. Dale a creer que tiene bocado suculento y se atraganta. No temas. Saca a la luz sin ataque todo lo falso. No entres al embiste de las ilusiones o, sin duda, saldrás magullado; más tampoco escapes de ellas, o vivirás atemorizado tras las paralizantes defensas que te encarcelan; antes bien, usa la consciencia y el valor con sabiduría. Ramana Maharsi recalcaba que "jñana (Conocimiento) es como someter a un toro encorajinado con un puñado de hierba, mientras que yoga (control del prana) es como dominar ese mismo toro por la fuerza". Sigue la primera e incruenta vía y el milagro de la Luz del Amor -siempre presente- de inmediato lo corregirá, sin necesidad de los largos y costosos esfuerzos de la segunda.

   Permanece presente; bien atento pero sosegado en tu interior. No seas temeroso, mas tampoco temerario... No le tengas miedo a los embates del mundo, ni, menos aún, codicies sus efímeras regalías para sacar provecho; no sigas la tentación de los impulsos de la memoria personal. Mantente vigilante, lúcido, consecuente y totalmente abierto a la imparcial contemplación de los aconteceres, sin inmiscuirte en ellos con el ansia de particular perspectiva, y, con sencillez, la gran mentira del mundo será desenmascarada para que -a su vez- pueda ser perdonada y deshecha eternamente, al sacar con consciencia a la luz aquello que estaba oculto. A partir de ahí, el camino interior, esa bendita senda de inocencia y Amor, que conduce al esplendor del Cielo, queda completamente disponible, sin cortapisas ni contratiempos que impidan tu esencial regreso al Hogar celestial junto con tu prójimo, que nunca ha podido estar separado de ti, de mí, ni de nadie; para permanecer por siempre indiviso en/con/por la bienaventuranza de la amorosa completitud de la Divina Unicidad.

KHAAM-EL

El Cielo... perteneces al Cielo. 
La Verdad destruye a las mentiras
dejando que se enfrenten entre sí. 
Tú permanece sereno en Su Perfecta Quietud 
de resplandeciente bendición universal. 
Desentiéndete del miedo y sus codicias. 
Quédate en presencia de Dios 
y todo lo que parece atormentarte 
será disuelto para siempre, 
mientras das fruto de Vida Eterna 
por tu sincera entrega a Su gracia.