Tras estas líneas adjunto el audio de la charla del día 12 de enero en la que ahondo en la idea de la tristeza y en su no darle significado, ni tampoco motivo real; para poder liberarse así de la pena surgida del apego a lo impermanente. Ya que hay un deseo oculto a sentir lastima por uno mismo y recrearse en ella, para después, con disimulada actitud de aparentes buenas maneras, proyectar esa pesadumbre de sombríos pensamientos hacia lo externo; y, únicamente manteniéndose uno consciente de ser consciente en la dicha presente de ser sin expectativas especiales y sin lastres pasados, cumplimos con la premisa esencial, e ineludible, que nos conduce al íntimo encuentro con la plenitud del Amor de Dios.
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