LA MENTE RECTA *

   Conoce el origen de los conceptos y sabrás que no eres ellos; más, identifícate con cualquiera de ellos y te perderás en una maraña de conjeturas. Sé recto en tu pensar y comprobarás que allende todo pensamiento hay un surgir de los mismos: eso es lo eres, lo que soy, que somos todos en esencia y en verdad. Porque Lo Que Es, siendo Ser sin posibilidad de dejar de Ser, nunca podrá ser apercibido por lo que sólo es algo endeble y transitorio. Ser no es algo ni alguien en particular. Es estable e inmutable, incluso en lo aparentemente mudable; acción en el sumo reposo y dación inagotable; incomprensible parcialmente, al ser pura comprensión sin necesidad de conceptos; alegría sencilla sin posibilidad de complicadas amarguras, e impetuosa rotundidad libre de ira; espíritu esencial trascendente e inmanente a toda carne y a toda cosa. El tiempo no lo afecta en su eterno y renovado ahora de omniabarcante presencia; está sin estar y realiza sin hacer. Todo lo puede con invencible paciencia y consumada perfección; ama y crea sin escindirse jamás. Puedes llamarlo Dios (Nirvana, Tao, Ser, Alá, Atman...). ¿Lo buscas o lo desdeñas?

  Si lo desdeñas, tan sólo es un sueño de demora que tomarás por cierto, y reincidirás en el sufrimiento; pero, sin duda, ya llegará tu momento para que sólo sea momento, sin un tú separado de Él.

  Más si, cansado de demoras y vanas fatigas, ciertamente, lo buscas, no lo busques en ilusiones o te extraviarás. Atraviesa la paradoja de experimentarte separado, anhelando fervientemente la unidad, meditando u orando, con constancia y paciencia. Lo que es, Es; nada hay fuera de la consciencia presente de ser pura consciencia ahora. Mantente recto en tu mente; hazlo todo con todo tu ser, nunca a medias. No divagues con lo falto de valor o tú mismo te volverás carente. Ahonda en lo sustancial y despréndete del apego a lo personal y variable. El encuentro de lo perecedero trae la perdida del recuerdo de Dios; sin embargo, desencontrarte de lo pasajero convierte todo en un encuentro con Él. Nada hay más arrogante y tergiversador que la propia y particular interpretación de la realidad.

   Profundiza: creerse un ser aparte tiende a negar la unicidad del Ser, sesgándolo todo con la temeraria y funesta prisa por conseguir sus egoístas deseos. El que de verdad busca la Verdad debe estar muy atento a lo antedicho, y ser constante en la observancia de la mente y sus motivaciones. La rectitud es fundamental para que la mente no se pierda por vanos derroteros. La disciplina bien encauzada apertura la mente a la dicha y la bondad naturales, que son la antesala del despertar a la mente universal. Cada instante es el que es, ni más ni menos, y precisa de una acción plena que responda sin fisuras a su expresión relacional. A veces la suavidad es la mejor forma de profundizar en lo esencial deshaciendo equivocaciones; más, en otras, cuando la distracción indolente tiende a justificarse, las maneras rotundas son la única posibilidad de erradicar errores. El poder de la acción nunca es aquello que se muestra perceptivamente, sino desde donde se realiza... de ahí radica si el resultado es benigno o no para el espíritu.

   Que tu desde donde sea, por tanto, recto y constante en favor de lo universal; para el bien de todos, en esencia y en verdad; anhelado de todo corazón, con todo tu ser y toda tu mente, el despertar y la iluminación de todos los seres, y, sin grandes esfuerzos personales, con la simplicidad y sencillez que hace que crezca y se abra una flor en primavera, tu consciencia se abrirá a su naturaleza eterna, plena y feliz.

KHAAM-EL

Medita...

Sé constante y presente 
como el océano con su flujo de esencial quietud... 

éste se mece o agita sólo en su superficie, 

más no va a ninguna parte siempre está ahí, 
inmutable, poderoso... sin variar su compleción.