REFLEXIONA...COMPRENDE... ACTÚA... ¡DESPIERTA!

   Aquieta el frenesí mundano.
   Vivir hacia afuera fabrica miedos por el olvido de sí.
   ¡Despierta!
   Recordar lo íntimo y sagrado libera de las cadenas de los apegos y rechazos.
   El Amor mana desde el interior rebosando lo infinito.
   No demores, por áridos ritos o huecos formalismos, tu encuentro interior con la infinitud del Ser.
   Calma tu ímpetu personal.
   Eres libre de soltar el miedo, ahora mismo, en perfecta paz de espíritu.

   Reflexiona: Puesto que cualquier agitación del ánimo es producto de juzgar las cosas de manera parcial, agitarse únicamente acarrea confusión mental y yerro en la acción, al verse todo, desde su perspectiva distorsionada, de forma superficial e interesada. Ante tal tesitura, la meditación y la oración son de enorme utilidad para ver las cosas con amplitud de miras y sosegar el errático ir y venir de los pensamientos; porque estas herramientas (la meditación constante y la oración sincera) aperturarán la mente más allá de los horizontes y dejarás, con alegría inesperada, de sentirte aprisionado por los límites esquivos de la percepción... paz mental... lo parcial fundiéndose en lo impersonal... comunión del espíritu... seguro camino al Cielo.
    

   Comprende: Aquietarse en lo profundo eleva por encima de lo accesorio e impermanente; por eso es sumamente importante no darse importancia personal, para que, por inclementes que sean los tiempos y las circunstancias, la clemencia brote espontánea del corazón y posibilite la acción liberadora del verdadero perdón. Ya que, desde lo personal, nadie sabe lo que hace por su supuesta fragmentación vital... todo es ensueño de fútil deseo, generador de placer y dolor, de ansiedad y frustración, de esperanzados comienzos con tristes finales...  Confía. Nada puede ir mal en lo pleno, tal como las tempestades -por bravas que sean- no afectan jamás la cohesión del océano.

    Actúa:  ponle fin a lo que acaba, permaneciendo en lo inacabable... aquí y ahora... sin miedo... libre de significar deseos como algo deseable; sencillamente, sé clemente con ellos y déjalos ir en paz... desde su nada a la nada; para que lo real sea, sin distracción, una inmediata experiencia viva, bienaventurada, universal e indivisa, que finiquita la inercia de buscar personales experiencias.

   Despierta: Iluminación. Paz. Felicidad. Pureza. Ser. Unicidad. Nirvana (Cielo). Amor. Libertad. Plenitud. Verdad. Eternidad.

KHAAM-EL

   Entra en el templo de tu corazón y despierta a la Luz Indivisa de la Verdad.