A continuación de estas líneas adjunto el vídeo de una charla en la que profundizo en la fe viva de ser testigo de la Verdad y del compromiso de vivir en/por/desde Ella para realizar lo Real y Eterno disipando lo irreal y temporal
Para poder realizar la Verdad de verdad, hay que anhelarla por encima de todo, incluido uno mismo. Con fe hemos de ser conscientes de que todo va bien aunque perceptivamente no lo parezca... con confianza total, desnudos de todo ropaje vano de lo egoico, nos adentramos en lo esencial y eterno, en Dios Uno, poniendo en Sus manos toda nuestra vida, para así dejar de fabricar que vaya mal; pues sólo los propios pensamientos influyen en la experiencia de vida, como imágenes que nos acosan o arredran. Descansar en lo Pensamientos de Dios, amorosos y por siempre veraces, colma nuestro corazón de bendiciones que han de derramarse en todas nuestras relaciones, para consumar nuevamente la plenitud. Porque ser testigo de la Verdad es Unión y Amor que redime al mundo de su desconsuelo y dolor por la fe viva del reconocimiento de la pureza esencial de nuestro prójimo, que es uno con nosotros en Dios, más allá de tiempos, espacios y situaciones particulares.
Día a día se confirma la fe, si así se decide, siendo totalmente humilde, rindiendo el arrogante yo personal; al atravesar la intensidad de la tentación de agarrarse a algo conceptual por la irrevocable decisión de escoger ser testigo de la Verdad, en lugar de acreditar y contemporizar con ilusiones, personalismos y miedos. Y, en ese Camino elegido libre y conscientemente, hallas la tan anhelada paz de espíritu que te devuelve el recuerdo pleno de Dios y Su Perfecto Amor.
KHAAM-EL
Ser testigo de la Verdad devuelve la plenitud de ser en Dios.
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